(Post traducido por Xico N.F. del español Desde Lisboa)
Os últimos raios do crepúsculo tingem de âmbar os azulejos das fachadas centenárias na margem do estuario. Testemunhas privilegiadas dos afãs das conquistas, com suas portas estreitas e varandas gastas pelas mãos crispadas da espera. Para além da calçada azul e branca passam as aguas apressadas do amplo caudal que na primavera trazem cheiros de morangos e cerejais e, no outono, pedaços de sobreiross que se irão perder nas correntes profundas do oceano.
O Sr. Bernardo sobe com dificultade o passeio empinado. O calor e a humidade começam a ceder com o fim da tarde, avivando os seus passos curtos. A seu lado,vão passando as montras atulhadas de livros antigos, tecidos e loiças. E mais acima, lojas de marca de fachadas brillantes construidas após o incêndio. A rua desemboca numa praça onde um olmo partido faz companhia a uma esplanada inundada de aromas de café e especiarías.
O Sr. Bernardo deixa-se cair numa cadeira, descobre a cabeça e limpa o suor com un lenço de linho. Um criado cumprimenta-o enquanto lhe serve uma bica e dois pasteis de nata. Vai bebendo a pequeños goles procurando entre a gente desconhecida a cara de algum amigo de sempre. Abre um caderno de capas pretas e recorda memorias nas palabras que escreve.
A noite fecha-se sobre a cidade e o barulho de gentes e carros desvanece-se. Una guitarra acompanha um canto longinho que a briza do rio leva tambem até o mar. As estrelas brilham sobre as colinas cobertas de sombras fundindo-se com os cabos incandescentes da estrutura de aço que liga a cidade aos seus destinos. O canto solitario de um galo, algures num pátio vizinho, quebra, de quando em quando, o silncio da madrugada.
Ponte do 25 do Abril. Foto: D. Correia
Segundo Bernardo Soares, alter ego do Fernando Pessoa. “Livro de Desassossego”. Editora: Relógio d´Água. Ediçao de Teresa Sobral Cunha. 2.008. 655 págs.
Tiene un sonsonete, tiene una cadencia, tiene incluso una sensualidad el portugués que te hace escucharlo ( y leerlo) inundada de magia. Como en mi caso, que me voy meciendo suavemente a este ritmo.
Qué tiene Lusitania hoy en día que se me aparece hasta en la sopa. Una muy buena amiga me contó este fin de semana que viajaba a Portugal por dos semanas. Estaba radiante.
Un gran abrazo Concha y como de costumbre, gracias por el viaje, esta vez en las olas quedas de la lengua de tu querida Lisboa
By: chrieseli on 17/08/2010
at 18:57
Es desde luego una lengua nostálgica. A mi me traslada a otros tiempos. Que suerte contar con un buen amigo que ha tenido la paciencia de traducir mis textos. Un saludo
By: Concha Huerta on 17/08/2010
at 20:10
Bonito…el texto y el idioma con melodía propia. La magia de Lisboa (y de las ciudades portuguesas) nos traspasa a todos a través de su idioma. Como si contaran dos historias paralelas: las de las palabras, y la que narra la melodía propia de esta lengua. Un abrazo Concha, y gracias una vez más, a vos y a tu amigo.
By: Claudia Ibañez on 18/08/2010
at 19:35
Es curioso como el español y el portugués se parecen y sin embargo… esas eses dobles, esas terminaciones con ç.. Tiene una musicalidad propia. Un saludo
By: Concha Huerta on 18/08/2010
at 19:57
COncha, entré a leer tu último post y no pude acceder (no sé porqué), pero me puse a dar un paseo por el blog, encontré el puente 25 de Abril, es curioso, estuve en Portugal hace unos cinco años, en un encuentro literario, recuerdo que venía desde Madrid (habíamos ido por tierra para pasear) y ya de regreso y cruzando el puente, en realidad en el medio de ese puente recibí un llamado de Chile en que había muerto alguién muy querido para mí, desde ese día ese puente está presente, es como cuando sacas una foto y queda ese instante, ese segundo grabado como si fuera hoy. Aún a pesar de eso, me gustó verlo ahora, en tu blog, es bueno tener presente todos los instantes importantes de nuestra vida, los dolorosos para valorarla más, los felices para ser feliz. Un abrazo en la distancia y te leo con agrado.
By: Patricia Gomez on 19/08/2010
at 20:57
Gracias por avisarme. Cancele por error el último post. Cuanto te agradezco que hayas compartido este recuerdo que atesoras de tu última visita al antiguo puente de Llisboa. Es verdad que hay imágenes que nos dejan grabados sentimientos duraderos. Un saludo
By: Concha Huerta on 19/08/2010
at 22:26