Posteado por: Concha Huerta | 30/07/2010

Sargent y el mar

Amanezco entre las brumas de Londres. Salgo apresurada hacia Camden Passage en busca de algún tesoro. En la entrada escaparates salpicados de lámparas Decó, alfombras y platas. Pregunto en Tapsel por un plato de indias. No tengo suerte, cada vez es más difícil encontrar piezas de la familia rosa. En la salida encuentro abrecartas victorianos de marfil y plata en buen estado, negocio el precio y me llevo cuatro al precio de uno.

Almuerzo ligero, sándwich de salmón y ensalada. Por la tarde atravieso los puestos de joyas antiguas y marroquinería de la Burlington Arcade hasta Picadilly donde me sumerjo en una corriente humana de múltiples nacionalidades. Asciendo las escaleras de la Royal Academy que muestra obras tempranas de John Singer Sargent. Recorro en penumbra las paredes vestidas de sorpresas. No conocía las marinas de este excelente retratista. Sargent se inspiró en su juventud en los puertos y playas europeas que recorrió con su familia. Normandía, Bretaña y Niza.

J. S. Sargent. The Derelict. 1876

Y en 1876, el primer viaje trasatlántico a su patria americana. Impresionado por la grandeza del océano, el joven Sargent impregna sus lienzos de color y fuerza. En el bolsillo los cuadernos que llenará de bosquejos que asombran por su mano privilegiada. A la vuelta comienza sus estudios en París y en junio se traslada a Cancalle donde trabaja en una escena de pescadores que presentará a la Academia. Uno a uno prepara estudios de las figuras que hilvanará en dos lienzos.

J. S. Sargent. En route pour la pêche. 1878

El verano siguiente descubre Capri donde retrata a niños jugando con las luces y colores de Sorolla. Sargent alcanza la madurez como artista y se centra en los retratos que le acarrearán la fama, hasta que en los albores del nuevo siglo vuelve sus pinceles a España, Portugal y los lagos de Venecia, la ciudad que le acogerá en sus retiros otoñales, donde realizará una serie de acuarelas de trazos libres y brillantes. Vuelvo a Picadilly dispuesta a terminar la tarde entre libros y gangas, relajada y contenta tras refrescarme con las escenas marinas del joven Sargent.

J. S. Sargent. Boat in the waters off Capri. 1878.

Sargent and the sea. Royal Academy of Arts. Londres. Hasta el 26 de septiembre de 2010.


Respuestas

  1. Tus crónicas y descripciones de las ciudades, aunque con tu propio estilo, me provocan lo mismo que las de otro amigo que como vos describe magnificamente las ciudades: siento que me llevan un poco con ustedes, que recorro lugares y calles casi de sus manos siempre dispuestas a compartir sus exquisitas experiencias a través de las teclas…y una se siente feliz de haberlos encontrados! Un abrazo y que sigan tus ojos absorbiendo belleza!

    • Que bueno viajar acompañada de tan buenos amigos. Un saludo

  2. Camden…, paraiso para buscar.

    Sargent…, maestría y genialidad.

    Londres…, su olor incpnfundible.

    Tus crónicas…, magistrales.

    Gracias.

    Un abrazo.

    • Me ha encantado estos versos sobre mi entrada. Tu si que utilizas magistralmente las palabras. Un saludo

  3. Como siempre estupenda aproximación. Que suerte que consiguieras los abrecartas a buen precio.
    Salut

    • Nunca se sabe que puede encontrarse en ese bazar de sorpresas. Un saludo

  4. Londres,debe ser precioso estar de visita en la ciudad del Big-Ben. Recorrer casas de ventas de antigüedades en London, que maravilla. Las marinas lienzos multi colores de esa calidad de arte, me encantan. las profundidades del oleaje que muestra tu primer lienzo , una familia completa viendo el reventar de las olas espectacular oleo que viveza. Ms Concha I believe that we are British, I have also sworn to queen.

    • Hay algo especial en este temperamento acuoso tan británico. Me alegra compartirlo con vosotros

  5. Me han maravillado las marinas. Hasta acá se siente el aroma de la sal.
    Envidio sanamente tu paso por las tiendas de antigüedades. Extraño eso de Europa.
    Un abrazo

    • La verdad es que son cuadros poco conocidos que pintó Sargent en sus inicios. ya se adivina su futura maestría. saludos

  6. Si hay algo mejor que una buena exposición de un gran pintor desde luego es eso de encontrársela en un lugar inesperado. Me pasó en París, no pude creer mi suerte al ver una exposición completísima de Sorolla a orillas del Sena (exposición que tardaría todavía bastantes meses en venirse a Madrid).

    • Sorolla en el Sena, que maravilla. ¿Seria la exposición que vimos el verano pasado en el Prado?
      http://wp.me/pwJx2-2e

      • Casi con total seguridad fue esa misma sí. Y si no, muy parecida al menos.

  7. De inmediato me remitió a Sorolla. Gran paseo. saludos

    • A mi también me recordó a Sorolla. Ambos comparten sin duda una mano exquisita en las luces y los colores del Mediterráneo. Un saludo


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