La semana transcurre entre citas y encargos, aún quedan algunas cajas por abrir, cuantas cosas acumulamos en nuestra vida. Entretanto voy tomando el pulso a esta ciudad tan cosmopolita. Desde South Kensington con sus casas victorianas, a las eduardianas de Mayfair. De las fachada blancas de White Chappel, territorio de Jack el Destripador, a las de acero y metal de la City y los puentes del Támesis.
El trafico imposible, y yo que me quejaba del de Madrid. Las obras colapsan la City y hay demasiados coches para calles de dos carriles. Menos mal que los transportes públicos funcionan de maravilla. Me he hecho con un pase de metro y cruzo Londres en 30 minutos.
Los autobuses tambien resultan prácticos fuera del centro donde lo mejor es caminar y olvidarse del tráfico. Londres crece a un ritmo imparable. Se calcula que sus 8 millones de habitantes se ampliaran a 14 en el 2017. Y pensar que nosotras ahora somos parte de ellos. Las vueltas que da la vida.
Cerca de Regent Street
Old Town
Museo de White Chappel
The Shard. Fotos: C. Huerta
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