Recogemos nuestras cosas en dos bolsas y cargamos el coche. En recepción revisamos la cuenta y nos despedimos de esta tierra del Levante. Una pena no haber podido disfrutar de la experiencia gastronómica Manjars de cine que se celebra en Alfaz del Pi esta semana. La invitación de los amigos de Casa Enrique que colorearon nuestras cenas con gambas rojas, sepias en su tinta y lomos blanquísimos de negra recién capturados, regados con caldos frambuesas de Enrique Mendoza.Todo un lujo para los sentidos.
Decidimos volver por la Autovía del Mediterráneo hasta Valencia y desde ahí a Madrid para evitar las obras de Alicante. Alcanzamos Cullera en el corazón de la Albufera y los arrozales que intento fotografiar en vano. Las aguas encharcadas relucen con brillos plateados. Desde la ventanilla los objetos cercanos se difuminan en una mancha parda y el horizonte se oculta con cada montaña horadada por el asfalto. Hacía tiempo que no viajaba por carretera.
El paisaje cambia. Los montes desaparecen y dan paso a las llanuras castellanas teñidas de verde con las aguas de primavera. En otra hora entramos en la A3 y continuamos siempre hacia el este. El paisaje se inunda de aspas gigantes que transforman el viento en energía. Arrecia el calor tras los cristales. Fuerzo una conversación con mi compañero que bosteza peligrosamente. De vez en cuanto discute precios y tiempos con voces surgidas desde el volante. Maravillas de la tecnología. Qué lejos parecen las playas y las rocas de la Costa Blanca.
Paramos en un mesón castellano. Repostamos carburantes y un pepito de ternera que compartimos. En la tienda compramos miel de romero y unos bizcochos de soletilla para mi padre. Al volver al coche me acerco a los trigales que bordean el camino. Un océano de espigas ondulándose con la brisa del mediodía. Extiendo la mano y mis palmas acarician decenas de nuevas vidas. Mi compañero me reprende. No debería tocar cosechas plagadas de insectos que podrían picarme. Volvemos al coche en silencio. Él pensando en las reuniones de la tarde y yo en las mareas de brotes y aguas que se desvanecen en el horizonte.
Foto: C. Huerta
Restaurante Enrique. Av. Oscar Esplá, 15. El Albir. Alfaz del Pi. Alicante. Bodegas Enrique Mendoza. Alfaz del Pi. Alicante. Terceras Jornadas Gastronómicas, Manjars de Cine. Alfaz del Pi. Del 24 de mayo al 3 de junio.
Cuando volvía de Aranda la semana pasada por la tarde, con el sol ya poniendose a mi espalda, miraba ppor el retrovisor y veía los campos verdes exultantes y brillantes y me daban todas las ganas de dejar el coche en lña cuneta y bañarme en ellos, y que me picaran los bichos. Besos Concha
By: Juanjo Fernández on 28/05/2010
at 9:03
Castilla vestida de verde. Una imagen extraña que debemos de agradecer a la profusión de lluvias de este año tan inusual. Una bendición para las gentes de la zona y para los viajeros de las metrópolis.
Un saludo
By: Concha Huerta on 28/05/2010
at 9:09
Qué delicia los viajes en auto! Yo disfruto mucho de mirar los paisajes, el horizonte, me pierdo en ellos, en los colores, el atardecer. Nada me entuiasma más que un viaje por delante! Gracias por compartir Concha! Un abrazo!
By: Claudia Ibañez on 28/05/2010
at 13:24
Si creo que me voy a volver a aficionar a la carretera. Es la mejor forma de conocer tus raices. Un saludo
By: Concha Huerta on 28/05/2010
at 13:48
Que bonito cuaderno de viaje, lleno de colores, olores y sabores. Tienes toda la razón, nada como viajar en coche para redescubrir sus raíces.
Un abrazo,
By: annefatosme on 28/05/2010
at 14:11
Me alegra que te haya gustado. No pude traer los sabores pero asi al menos podemos comentarlos. Un saludo
By: Concha Huerta on 28/05/2010
at 14:51
Maravilloso. Me quedo con tu imagen del océano de trigos madurando, a paso lento pero seguro, en las llanuras castellanas, aquellas que parieron a todos aquellos que una vez tuvieron las patas y el buche para venirse a este lado del planeta.
Bello Concha. Enhorabuena. Un hermoso viaje, realmente.
Un abrazo
By: chrieseli on 28/05/2010
at 14:25
Seguro que tienes algunas briznas de estos trigos en tus genes. Gracias por tus palabras.
Un saludo
By: Concha Huerta on 28/05/2010
at 14:52
Hola Concha, Me puse al dia con tu blog! Sos increible!
Rox
By: RAB on 29/05/2010
at 10:58
Tu entusiasmo si que es increible.
Un saludo
By: Concha Huerta on 29/05/2010
at 18:58
Hola concha , en primer lugar decirte que todavia no hemos cerrado la boca al leer tu blog, escribes como los angeles y luego darte las gracias por tus palabras , nos alegramos de que comieras bien en nuestra casa y te sintieras agusto , esperamos de nuevo tu visita para decirtelo en persona, un fuerte abrazo .
Enrique y familia
P.D ah decirte que todavia no sabemos si el denton es pescado azul o blanco , llamaremos al csi jajaja
Restaurante Enrique
By: RAB on 04/06/2010
at 15:26
Que ilusión encontrarme con vuestro comentario. Lo que cuento en mi relato es la pura verdad. En vuestra mesa nos sentimos como en casa pero con unos frutos marinos y terrestres únicos. Espero poder visitaros pronto.
Un saludo
P. El Denton, dentex, dentex es de la familia de las doradas y por lo tanto, pescado blanco.
By: Concha Huerta on 04/06/2010
at 15:28
Hermoso relato. Me han dado unas ganas increíbles de estar allí y no aquí, tan lejos y casi en invierno. Por fortuna, leerte es una forma de viajar. Navegué tu blog por aquí y por allá. Me ha gustado tu estilo, fino, al límite entre la ficción y la realidad. No sé por qué, pero todo lo que leí me ha transmitido paz. Volveré para averiguarlo. Saludos y gracias.
By: blopas on 07/06/2010
at 0:05
Cuanto te agradezco tus palabras. Me alegra haberte transmitido un poco de paz desde esta parte del mundo. Bienvenido a mis letras. Un saludo
By: Concha Huerta on 08/06/2010
at 18:14