Concha Huerta – Arte y cultura

Anoche fuimos a ver la película Los Miserables. Fue como ir a ver el musical al Queen’s Theatre de Londres con actores de lujo por solo 8 euros. El musical más longevo de la historia, 27 años en cartelera. Música y canciones inolvidables basadas en la novela de Victor Hugo.

Ya conocía la voz de Hugh Jackman, limpia y de ámplio rango, de su actuación en The Boy from Oz en Broadway. No en balde comenzó su carrera en musicales en su Australia natal. El esfuerzo físico de encarnar este Jean Valjean es impresionante. Yo le daría un Oscar. La Fantine de Anne Hathaway emociona, quizá le tenga que agradecer a Jackman otro Oscar, y nos sumerge en la miseria de la Francia prerrevolucionaria.

El resto del elenco sobresaliente. Los revolucionarios llenos de juventud e ideales, sobre todo el Marius de Eddie Redmayne. Sus dúos con Amanda Seyfried, Cossete, inundan la pantalla de amor y esperanza. Muy buena la Eponine de Samantha Barks, que sacrifica su vida por un amor no correspondido, y los niños Gavroche y Cosette. Graciosos Sacha Baron Cohen y Helena Bonham Carter, los pícaros que dirigen la taberna. El Javert de Russel Crowe tiene mejor presencia que voz, el villano perfecto.

No sé si el cine es el mejor medio para un musical. Lo que si se es que es el mejor medio para acercarlo al gran público. Quizá Los Miserables peca de exceso de primeros planos, el director quería mostrar que los actores gravaron en directo. Y resulta largo, casi tres horas sin descanso. Yo habría sacado mas partido de los actores y de la excelente puesta en escena, se nota la dirección de Tom Hooper. Mención especial al vestuario del español Paco Delgado, sobrio y convincente. Siempre he creído que en España tenemos creativos excelentes.

En resumen Los Miserables es un magnífico espectáculo que recomiendo a los amantes del musical en lengua inglesa, buena música, excelente reparto y una historia que conmueve sin tener que desplazarse al West End o a Broadway. Todo un lujo.