Mañana de cielo cubierto. Promesa de lluvias. Me acerco al palacio de Vistalegre para capturar instantáneas de las camelias que florecieron en marzo. Macetones de hojas de un verde intenso salpicadas de sueños de oriente. La belleza de sus pétalos sobrecoge y traslada a otros mundos. Camelias blancas inmortalizadas por la pluma de Dumas y las árias de Verdi en historias románticas. Las que revolucionaron la moda de la mano de la joven Cocó en los años veinte. Camelias rosas que encienden corolas de pétalos satinados en armonía perfecta. Pinceladas maestras de la madre Naturaleza. Las camelias del Thyssen. Un regalo para los sentidos.
Foto: C. Huerta
Vuelvo a casa con un botín de pétalos y hojas. De palabras e imágenes que pujan por plasmarse en la nube y traspasar fronteras. Me acomodo frente a una pantalla azul brillante. Al abrir la página del Thyssen encuentro una sorpresa. José María Goicoechea, Director de Comunicación del museo Thyssen – Bornemisza, reseña en el post Camelias del blog En Teletipo mi texto Monet: caminos y sueños. Todo un lujo. El mejor regalo de la primavera que comienza. Con su permiso, procedo aquí a copiarlo.
Camelias
(Publicado por José María Goicoechea el 18 de marzo de 2.010)
«Es entre los columnistas de los periódicos (ahora hay que incluir en este grupo a algunos blogueros, claro) donde se pueden encontrar miradas diferentes, incluso alternativas. Las reseñas o las críticas de exposiciones, libros u obras de teatro tienen como primer objetivo la información, mientras que el columnista puede permitirse (debe, incluso) andar por otros caminos.
Si se apartan los opinadores de política y economía, por un lado, los de televisión, por otro, los de la crónica social, por allá, es cierto que no hay tantos columnistas que escriban de cultura y de sus ramificaciones. Por el lado de las ramificaciones, está Mónica Fernández-Aceytuno, habitual de las páginas de ABC. Su terreno es la naturaleza, el campo, y hablando de árboles, de animales o de paisajes, suele hablar de literatura, de pintura… Suyos son algunos excelentes artículos sobre el escritor José Antonio Muñoz Rojas, por ejemplo. Y el otro día, visitó, según se lee en una de sus columnas, la exposición Monet y la abstracción, y decidió hablar de los nenúfares, por supuesto: “Todo se olvida al entrar en la sala de los nenúfares –escribe– . Puede que no haya una flor más arriesgada. Hasta el nombre, cuesta escribirlo sin sentir que te vas a caer por el precipicio de la cursilería. Pero Monet se agarra a lo verdadero, que es lo que cada uno lleva dentro. La mirada y lo que se ve y lo que se siente al mismo tiempo, hecho pincel y pintura, porque lo que vale no es la verdad, la realidad, lo que está tal cual ahí mismo, si no lo que es, tras habernos atravesado. La naturaleza después de su paso por la imaginación, la inteligencia y el alma de una persona”. También se fija en las flores que están fuera de los cuadros: “Y el Thyssen. Sus camelias de la entrada ya florecidas en grandes macetas, tan bien cuidadas que las hojas conservan su verde oscuro, de estanque en la noche, como si se alimentaran de la umbría”.
En las camelias se detiene, asimismo, la bloguera Concha Huerta: “Alcanzo las verjas del palacio de Villahermosa. En la entrada una hilera de macetas. Verdes salpicados de blanco y fucsia. Las camelias del Thyssen, diecisiete años iluminando los inviernos de la villa. En el interior una de las exposiciones más anheladas”.
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Concha,
Enhorabuena!
«Simplemente delicioso», me parece tu blog.
By: GEISHA SUPREMA on 26/03/2010
at 17:52
Gracias por tus dulces palabras
Un saludo
By: Concha Huerta on 26/03/2010
at 20:07
Bravo Concha! Me alegro mucho por ti de corazón.
Acabo de llegar a Normandia y en el jardin están las camelias en flor…tal y como las describes, con reminiscencias a Dumas y a Coco Chanel.
By: annefatosme on 26/03/2010
at 18:51
Espero que disfrutes de tus días en la costa. Yo te agradezco haberme iniciado en este mundo de los blogs que ha abierto mis letras a tantos amigos y de da tantas satisfacciones. Sin tus ánimos nada de esto hubiera sido posible.
By: Concha Huerta on 26/03/2010
at 20:09
Felicidades por la reseña, creo que muy merecido el incluirte entre los que hablan de Monet.
Oir la palabra camelias siempre me hacen pensar en heroínas de dramas románticos y aunque me averguenza decirlo, tambien en como si fueran una especie de camellos, no lo puedo evitar.
Salut
By: micromios on 26/03/2010
at 19:50
Tu siempre tan ocurrente. Dios bendiga esa mente tuya tan brillante.
Un saludo
By: Concha Huerta on 26/03/2010
at 20:10
Camelias. No se puede escapar de Dumas y su inmortal Margarite. No se puede escapar del embrujo de su color, la delicadeza de sus flores y la perenne hoja siempre verde y lustrosa.
Adoro las camelias y planeo plantar este otoño unas cuantas. Asi, cuando mi primavera se aproxime, seré yo la que te mande ramos virtuales y reminiscencias de arte, color y vida.
Saludos
By: chrieseli on 26/03/2010
at 20:13
Los espero con impacinecia. Muchísimas gracias por tus bellas palabras.
un saludo
By: Concha Huerta on 26/03/2010
at 20:18