Ayer fuimos a ver una nueva versión del ballet de La bella Durmiente en el Teatro Saldler’s Wells. Una propuesta del aclamado Matthew Bourne que actualiza el cuento de Perault que origino el ballet de Tchaikovsky y Petipa en 1890.
La representación inesperadamente fresca y divertida. Matthew Bourne añade un toque gótico a la clásica historia de venganza y trae a la actualidad el despertar de la bella princesa Aurora. Toda una sorpresa ver ejecutar los compases del ballet de Tchaikovsky con danza moderna.
Ashley Shaw como Aurora y Dominic North como Leo consiguen actualizar la historia de amor con gracia y soltura. Las hadas revoloteando alrededor de la cuna divertidas y la marioneta del bebe Aurora nos arrancó unas sonrisas. Nada que ver con el tono trágico que se espera de esta clásica historia de venganza.
Nos gustaron especialmente el vestuario y los decorados de Lez Brotherston, desde la opulencia del palacio ruso y el jardín de las primeras escenas hasta el look gótico de la escena del infierno. En conjunto una representación muy entretenida que tiene la virtud de acercar a un público más joven la belleza del ballet clásico. Sin duda una buena iniciativa.
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