El sol enciende el jardín en una sinfonía de colores intensos. Verde de hierba húmeda, fucsia de enredaderas que salpican las terrazas, azafrán en los muros recién pintados. En el porche un mantel salpicado de racimos se mece con la brisa que inunda el aire de aromas de azahar. Una alondra se acerca al estanque, bebe sorbos de agua y se refresca. Emprende el vuelo sobre los eucaliptos que se mecen a su paso. Al alcanzar el mar, se eleva sobre los acantilados y planea sobre las olas salpicadas de espuma. Su silueta se aligera y se hace una con el viento…
Un chasquido metálico, el piloto rojo se desvanece y la luz inunda de brillos las cuatro paredes blancas. De la puerta acorazada surge un uniforme blanco que manipula la máquina y baja la camilla. Dos manos expertas desatornillan la coraza que fija el torso de la joven a raíles metálicos, liberan los brazos apresados sobre la cabeza y la ayudan a incorporarse. La joven se estremece. Una mancha roja le tiñe cuello y espalda y contrasta con la piel desprotegida de cabellos. La enfermera le tiende una bata desteñida y acerca dos chanclas a sus pies desnudos. La joven se frota el hombro azulado. De sus ojos de alondra surgen dos lágrimas blancas.
– Macarena, hoy se ha quedado muy quieta, cada día lo hace mejor.
– No puedo moverme.
– Claro que puede, descanse un poco en la cabina y luego se cambia. ¿Quiere que avise a su acompañante?
– No hace falta.
– ¿No habrá vuelto a venir sola? Ya le dijo el doctor Blanco que viniera acompañada.
Foto: C. Huerta.
Gracias por contarme lo que pasaba dentro mientras yo esperaba fuera, me ha emocionado.
Un beso
By: Juanjo Fernández on 16/03/2011
at 20:06
Las terribles noticias de Japón me estaban asfixiando. Asi que decidí contar otra experiencia. Algunas radiaciones son necesarias. Me alegra haber llenado una duda que tu propia experiencia te marcaba. Un beso
By: Concha Huerta on 16/03/2011
at 23:14
Mucho ánimo por lo que creo entender de tu entrada y del comentario precedente. Sin nombrar las radiaciones que ahora más preocupan, hablas primero de las del sol, y luego de las terapéuticas. Triple ración de radiaciones, aunque omitas las primeras están ahí.
Interesante.
By: Alan Rulf on 16/03/2011
at 23:22
La verdad es que las noticias sobre la radiación me estaban quitando el sueño. Imaginé un relato para rebajar el stress. Otro mecanismo de defensa, como el de imaginarse volando sobre la costa mientras se tiene el cuerpo preso, un truco de mi amiga la sicologa María. Saludos
By: Concha Huerta on 17/03/2011
at 11:24
Hermoso.
El primer párafo, que a mí me ha recordado el estilo de L. Durrell, es genial.
By: Raúl on 17/03/2011
at 9:17
Te agradezco el cumplido. Intenté plasmar una ensoñación de libertad. Me alegra que te haya gustado. Un saludo
By: Concha Huerta on 17/03/2011
at 11:26
¡Hermosísimo texto, Concha! Todo en él es bello, hasta el dolor.
En cuanto a Japón, conviene también desconectar un poco. Los periodistas, tengo la impresión, de que hablan mucho sin saber y son excesivamente alarmistas. Una cosa es informar y otra muy distinta lo que creo que se está haciendo, aunque, claro, sólo sea mi opinión.
Te adjunto un texto que me ha remitido una amiga desde Hong Kong:
Whenever you can spare a moment, pray for Japan.
Some 50 people are risking their lives in the nuclear plants to stop a further nuclear disaster to happen, we do need to keep them in our heart. They expose themselves to radiation in an hour is what a worker in US nuclear plants may expose them to in a life time.
Whatever you can bring forth to support them in your spirit and heart, do. Ask your friends and family do too.
Honestly, if I were in Japan, I would just flee. For people who risk their own lives for others, they have tremendous love.
Keep praying for Japan. Many are still living in cold, despair, threats, worries, fears.
Tengo el presentimiento de que el temido desastre no se va a producir. Seamos optimistas y mantengamos la esperanza, Concha.
Gracias por tus letras.
Te mando desde este día primaveral un fuerte abrazo.
By: zambullida on 17/03/2011
at 11:13
Muchísimas gracias por tus palabras de ánimo. Desde luego que me he sumado a las oraciones por Japón desde el viernes pasado. Espero de corazón que la crisis nuclear se contenga y este gran pueblo pueda dedicarse a reconstruir su bella tierra. Un saludo
By: Concha Huerta on 17/03/2011
at 11:28
Concha, un relato crudo, real de la vida. Caminos que camine con seres queridos, Rayos, quimioterapia…, tratamientos necesarios para seguir viviendo. “La vida es bella” y muchos temen porque no puedan vivirla más…
Gracias a Dios y puedo decir mil gracias… todos los que mencione anteriormente y gracias a los tratamientos se sanaron…
Te felicito por el relato “ Real y autentico” con mucha clase.
Un abrazo
C.
By: 1cruzdelsur on 17/03/2011
at 14:25
Desgraciadamente compartimos estos tratamientos con la mayoría de las familias. La verdad es que en nuestro caso no podemos quejarnos porque ya dejamos atrás esos duros momentos. Te agradezco que hayas compartido con nosotros tus experiencias. Y me alegra que todo este bien con tus seres queridos. Eso es siempre lo más importante.
Un saludo
By: Concha Huerta on 17/03/2011
at 15:17
Muy bello Concha, me emociona cuando seccionas la realidad con bisturí. El contraste entre el primer parafo y el segundo es muy potente.
Un abrazo,
By: annefatosme on 17/03/2011
at 16:32
Gracias Anne, estos dias andamos todos un poco emocionados. Un saludo.
By: Concha Huerta on 17/03/2011
at 21:00