Anoche soñé un relato. Las palabras se acoplaban perfectas a la voz de un narrador cómplice. Presentaban la historia que tanto he trabajado de una manera sencilla y clara. Sentía que todos los engranajes se cerraban entre personajes y tramas. Los sentimientos afloraban sin barreras, las palabras danzaban entre la mente y los labios.
Consciente de que estaba en un sueño, comprendí que tendría que copiarlas si no quería perderlas. Pero un cansancio infinito me impedía moverme y mucho menos encender una luz a una hora tan temprana. Repetí una y otra vez el relato en la esperanza de poder memorizarlas y poder reencontrarlas.
Me desperté cansada y tarde. Me senté en el salón frente a una taza humeante y un periódico. Tragedias, malos augurios y alarmas. Después me acerque al ordenador como cada mañana. Al encender la pantalla recordé súbitamente que había soñado las palabras perfectas para mi relato. Recordé la sensación de júbilo al encontrar por fin la voz y el ritmo correctos y el verdadero sentido de mi primera novela.
Me enfrento impotente a la pantalla blanca. Tan blanca como mi mente embotada por el desconcierto. De mis labios ya no brotan palabras. Si no hubiera estado tan cansada podría haber comenzado a escribir mi novela soñada.
Dear Concha… Me encantó la manera narrativa y en primera persona del tu relato. Creo que en el fondo representa la intención de la novela perfecta.
Saludos
By: Michaelangelo Barnez on 10/01/2011
at 13:12
Creo que los relatos se originan siempre en alguna parte de nuestros sueños. Lo difícil es siempre liberarlos de las ataduras de la conciencia. Un saludo
By: Concha Huerta on 10/01/2011
at 18:58
Las palabras, las que son ciertas y merecen la pena, siempre acaban volviendo.
By: zambullida on 10/01/2011
at 13:43
Espero de corazón que así sea. Un cordial saludo
By: Concha Huerta on 10/01/2011
at 18:58
AHh querida Concha, es tan real lo que hablas. Cuando partes, no sé si ya has escrito alguna novela o estarás por partir con la primera, es un mundo maravilloso, me pasa. Tomas el computador, te aislas, silencias tu vida y abres una mágica puerta donde salen todos tus personajes, los paisajes y tiempos, lentamente comienzas a introducirte en ese mundo del cual luego no quisieras salir,es una experiencia que en realidad cuesta traspasar, ni siquiera la poesía logra eso porque los lapsos de tiempos son tan breves.., cuéntanos qué va saliendo de este sueño. Un abrazo
By: Patricia Gomez on 10/01/2011
at 13:57
Cuanto te agradezco esta reflexión sobre el proceso siempre complicado de la creación. Yo escribi ya cuentos, algún guión. Ahora llevo unos meses planteando un relato más extenso al que quiero dar el formato de novela. Los personajes, las voces y los paisajes ya forman parte de mi memoria de tanto pensar en ellos. Lo deje un tiempo hasta que volví a soñar con ellos. Creo que ahora por fin la novela me reclama. Veremos que sale de todo esta proceso. Un saludo
By: Concha Huerta on 10/01/2011
at 19:01
Es la maldición de los elegidos, así que no te rindas. Como te dice ZAMBULLIDA, terminarán volviendo las palabras que necesitas. Y si no, vendrán otras igual de estupendas. Siempre es un placer leerte, así que no sufras.
Feliz Año. Verás qué de gratificaciones va a traerte 2011.
By: estherzorrozua on 10/01/2011
at 21:18
Muchas gracias por tus buenos deseos. Seguro que se cumplen. Un saludo y feliz año también para tí.
By: Concha Huerta on 10/01/2011
at 22:32
Qué calridad tienes en tu prosa¡¡ Relatas lo que seguramente, con sus variantes, nos sucede. Siempre me duermo pensando que deseo soñar, con la complicidad de poder hacer un cuento que tenga diez. Sólo una vez me ha pasado en mi sesenta y cinco años. pero escasamente llegó al cinco… un abrazo de este lado del charco…Rub l
By: rubengarcia on 11/01/2011
at 5:13
Estoy segura de que habrás soñado relatos 10 infinidad de veces. Lo que ocurre es que el sueño egoísta no permitió compartirlos. Un saludo
By: Concha Huerta on 11/01/2011
at 9:12
Concha, no sabes como me he sentido retratada en tu relato, qué bien describes el sentimiento de frustración. En cuanto a la obra de Braque le va que ni pintada.
Un abrazo,
By: annefatosme on 11/01/2011
at 15:50
Todo escritor se enfrenta a una página en blanco en algún momento. Lo mejor hacer una relato de ese momento. Un saludo
By: Concha Huerta on 11/01/2011
at 17:45
A cabeça está a trabalhar, pelos vistos, noite e dia. Esperemos que um dia destes, diante da folha branca ( no teu caso diante do ecran branco) as palavras se soltem como a espuma da garrafa de champagne com que brindámos ao ANO NOVO. A história é uma criação. A escrita uma construção. Nós ficamos à espera.
By: xico on 11/01/2011
at 18:33
Brindemos por eso. Feliz Año también para tí
By: Concha Huerta on 12/01/2011
at 11:43
Muy bueno tu artículo Concha. Muchas veces me ha ocurrido lo que cuentas y me he enfrentado al folio en blanco o al «trou noir» en la memoria.
Charo
By: RAB on 12/01/2011
at 19:10
Charo, me temo que todo aquel que se enfrenta a la escritura se encuentra en algún momento en una situación parecida. Un saludo
By: Concha Huerta on 12/01/2011
at 20:42
Me ha sucedido tambien. Los relatos se sueñan, se amasan en la mente y cuando vas a escribirlos no encuentras la voz, el tono, el arranque y te quedas en blanco. Creo que por eso mismo emociona tanto cuando se logra. Saludos!
By: Ana Maria Cadavid on 13/01/2011
at 14:04
Todo un milagro. Un saludo
By: Concha Huerta on 13/01/2011
at 16:20
Uff, si te entiendo perfectamente. A mí me pasa todo el tiempo, dormida y despierta. Algunas veces logro rescatar lo que he soñado; otras, sólo sueño que lo hago.
Un abrazo
By: chrieseli on 14/01/2011
at 13:44
Me gusta esta frase tuya final. A veces logro rescatar lo que he soñado, otras, solo sueño que lo hago. Muy bueno. Un saludo
By: Concha Huerta on 14/01/2011
at 18:23
El sueño o las musas no son buenas consejeras. Yo, harto de esperar que lleguen, creo que la mejor solución es provocar a las palabras. Escribir una frase y obligarte a seguir. Muchas veces me ha pasado que lo que más me ha gustado de lo que escribo es lo que hice de un tirón y sin casi pensar. Tratar de esculpir cada palabra me parece un tortura.
By: jusamawi on 14/01/2011
at 23:45
El trabajo del escritor es escribir valga la redundancia. Inutil esperar la inspiración ya lo sabemos pero añorarla me parece algo natural. Un saludo
By: Concha Huerta on 15/01/2011
at 11:21
¡Qué familiar me resulta lo que cuentas! Es tan frustrante… Y lo peor es que, aunque después recupere algunas palabras, la sensación de que todo encaja rara vez vuelve con ellas.
Un saludo.
By: Ainhoa on 19/01/2011
at 11:36
Exactamente. Aquellas palabras que sonaban perfectas en mi sueño me parecieron pobres y vacías por la mañana. Un saludo
By: Concha Huerta on 19/01/2011
at 12:16
Seguro. La desnudez de la pantalla se llenará de escenas que despertarán emociones. Lo que has escrito demuestra que puedes. Un saludo.
By: ATHO on 22/01/2011
at 19:19
Gracias por tus ánimos y bienvenido a mis letras. Un saludo
By: Concha Huerta on 23/01/2011
at 0:09
No hay finitud de cansancio, ni intempestiva hora del día o la noche que pueda impedirme moverme para copiar esas palabras soñadas, y no perderlas.
¿Cómo pudiste? Sólo los elegidos podéis permitíroslo para luego reencontrarlas.
Yo debo cada día o cada noche encender la luz a esa hora tan temprana, aunque, en mis sueños, no hayan aflorado esas palabras soñadas.
¡Precioso relato, señora!
By: Alejandro Salgado Sevilla on 16/02/2011
at 19:08
Todavía me arrepiento de no haberlas atrapado. Más adelante recordé algunas pero ya no sonaban igual de perfectas que en el sueño… Ahora duermo con un lápiz al lado y un cuaderno. Gracias por tus palabras y bienvenido a mis letras.
Un saludo
By: Concha Huerta on 16/02/2011
at 20:38