Posteado por: Concha Huerta | 13/04/2010

Verde Augusta

Domingo soleado. Las nueve de la mañana.  Me encuentro con el abrazo afectuoso de Mafalda en el campo de Oitavos. Caliento los hombros en círculos. Imagino un hilo entre un tronco que delimita la calle y la bola como me enseñó mi maestro. Respiro hondo y suelto el driver. Sigo la esfera blanca hasta que se detiene a la derecha de la calle. Turno de Mafalda. Su bola cae a la altura de la mía pero más centrada. Caminamos con los palos comentando trabajos y familias. La primavera enciende la hierba entre cantos de aves y brisas marinas. No sé qué prefiero de este deporte, si el reto de jugar contra uno mismo o la exuberancia de verdes que me envuelven unas horas.

Nos acercamos a la bandera. Mafalda, mas experta, consigue un par en cinco golpes, a mi me cuesta siete. Nada mal para quien no ha jugado en tres semanas. En el segundo hoyo fallo el swing y la bola se entierra bajo los pinos. La doy por perdida y tiro otra. Gajes del deporte. De vez en cuando se cometen errores. Hasta el mismísimo Mickelson falló dos salidas en Augusta.   

Augusta. Cuatro días que dan cita a la elite del golf del planeta. Un campo increíblemente bello y difícil, el primer encuentro del año, el más prestigioso de América. Las calles rodeadas de magnolias y olmos centenarios, los puentes sobre aguas pacíficas, las gradas rebosantes de expectación ante la reaparición de Tiger después de cinco meses apartado de los circuitos. El clima se viste de gala y el sol brilla en esta tierra de Georgia, el corazón de América.

Tiger Woods en el bunker del hoyo 2. Foto: Associated Press.

Augusta. El campo que vio nacer al joven de color que revolucionaría el golf para siempre. El tigre que vestiría la chaqueta verde en cuatro ocasiones. El más joven y la mejor puntuación en los sesenta y siete años del Masters. Tiger Woods, el número uno. No puedo evitar contener el aliento cada vez que Tiger golpea la bola. Ni soltar un aullido cuando un golpe fácil se transforma en un tormento. Tiger, un hombre con virtudes y defectos. Sorprende que alcanzara el cuarto puesto entre tanta presión de los medios.

Augusta. Una sucesión de golpes increíbles. Hoyos en uno, dos y tres golpes que levantan una marea de ovaciones. La inspiración del coreano Choi, paciente y silencioso, la del americano Kim, que remontó siete puntos para terminar tercero, la de Manassero, que sorprendió al pasar el corte con tan sólo dieciséis años, la de Jimémez, el español que terminó decimosegundo y la del británico Westwood, líder los tres primeros días que sólo cedió ante la supremacía de Mickelson, rey del torneo, con un juego preciso y confiado que ha llevado a vestir por tercera vez la ansiada chaqueta verde. Dieciséis golpes menos que el par, toda una hazaña, que se suma a la de su esposa Amy en su lucha contra el cáncer. Hermosa imagen de Mickelson abrazándola al terminar el Masters.

En el hoyo nueve preparo un putt de doce metros ondulado hacia el mar. Imagino un balde de agua colándose en el pequeño hueco y lanzo un golpe que rodea el hoyo a la derecha. La bola rueda despacio, coge velocidad en el desnivel y se precipita en la oscuridad con un golpe seco.  Un milagro. Casi no puedo creerlo. Mafalda cumple su par y nos palmeamos contentas. Terminamos el juego,  tengo que recoger y preparar maletas. Me dejo caer sobre en la hierba. Su trama tupida acoge mi espalda con la suavidad de una chaqueta. De una chaqueta verde y fresca. Mi estancia en Cascáis se agota. No así el recuerdo de un día perfecto sobre la hierba.

Angel Cabrera, que defendía el título del año pasado, saluda a Phil Mickelson vencedor del Masters de Augusta 2010, el 11 de abril en Georgia. U.S.A. Foto: Associated Press.


Respuestas

  1. Has dibujado una radiante sonrisa tras el duro relato de Depredador. Gracias. Un regalo la facilidad [siempre aparente] con la que trenzas con tanta elegancia realidad con ficción. Gracias por recordar [Amy es un símbolo] a tod@s aquell@s que luchan contra cualquier enfermedad grave. Un cariñoso saludo.

  2. Es cierto que la vida es una sucesión de problemas. Pero tambien que muchos de ellos se pueden resolver con coraje. A traves del deporte, del amor, de la familia, del esfuerzo, se puede alcanzar lo más alto.
    Un saludo verde

  3. Tiger Woods ha sido maltratado por los medios por asuntos privados que nada tenían que ver con su vida profesional. En tu texto lo vuelves a colocar en el escenario que le corresponde y a poner en evidencia sus dotes de campeón.

    • Dotes de superación de Tiger y de los finalistas de esta prueba tan dura. Que razón tienes respecto a la prensa. Menos mal que algunos podemos remediarlo con modestia.
      Un saludo

  4. ¿Juegas golf realmente? Porque si no lo haces deberías. La simpleza aparente de un juego rotundamente táctico, solitario y muy competitivo, no solamente con el rival, sino contigo mismo es inexpresable. Tú lo has expuesto tan bien, con la maestría que te caracteriza en aquellas cosas que realmente amas. Muchas gracias 🙂

    • El golf es una de mis recientes aficiones. Decir que juego bien es mucho, pero la experiencia relatada en el texto es real. Y como comento me encanta la inmersión en la naturaleza que supone un golpe de salud para los que vivimos en el centro de una capital.
      Un saludo

  5. Mafalda me descoloca, quizás para otros haya sido más sencillo ubicarla en lo que fue capricho u homenaje de sus padres, o un registro de libertad que te permites con tan perfecto texto.
    Espero no errar al respecto.
    Un amigo me lió con esto del golf, aunque pude sentir la emoción del juego una vez metido en el mismo a base de practicar y en alguna fortuita ocasión acertar, abandoné en un par de meses por muchas razones. La primera es que coincidió con la sequía de Catalunya y sus problemáticos conjuntos. Contemplar regarse aquellos prados idílicos de verdes colores junto al ambiente frívolo de ciertos jugadores y sus costumbres. De pronto me vi con un juego de palos en el maletero del coche, quitando espacio a balones de fútbol familiares, utensilios de playa, etc. En resumen, lo probé pero no me gustó descubrirme tomando un café mientras hablaba con un caddie sobre hoyos, de swings o golpes precisos.
    Eso no quita que termines siendo una Tigresa del deporte, pues tienes todo mi apoyo y ánimos para conseguirlo.
    Abrazo.

    • Mafalda es un nombre común en Portugal y el de varias y queridas amigas. Respecto al golf, aprendí hace un par de años. Juego poco, jugar en Madrid es complicado, pero confieso que me ha atrapado. Gracias por desearme ser una Tigresa y por tus ánimos.
      Un saludo

  6. El golf es un misterio para mi y esto que vivo cerca de un campo no muy grande pero con bastantes socios. Alguna vez he ido a comer pero no he intentado nunca darle a nada, no creo que tenga más estilo cogiendo un palo que cuando acarreo un paraguas. En fin que supongo que los aficionados disfrutarán lo suyo.
    Coincido con vosotras que Tiger Woods es un jugador de golf profesional y que no tiene porque dar explicaciones de su vida, que al fin y al cabo no tendría que importarle más que a él y su familia.
    Salut

    • El golf tambien es un misterio para mí, que llevos un par de años desentramando. Siempre vi el deporte como algo reservado para seres de otras décadas. Estaba equivocada y ahora te aseguro que me arrepiento no haberlo aprendido de niña. Salir al campo verde escapando de los humos de la ciudad me hace sentirme niña. Lo de Tiger es otro asunto que me temo seguira coleando mientras los medios puedan exprimirlo. Gracias por el comentario.
      Un saludo


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