Llego a Cascáis agotada después de retrasos y tráfico. Me sorprende el calor, el cielo despejado y la brisa del océano. Cuanto frío pasé este verano en Glasgow. Abro las puertas de la casa para que se ventile y encuentro los hibiscos cuajados de cálices amarillos, la hierba crecida y la buganvilla sazonando de fucsia las paredes descoloridas. Qué diferencia con el jardín raquítico y las cuatro flores que tenía al salir hacia mi aventura inglesa. Este año el verano llegó con retraso sin duda.
A mediodía, almuerzo en casa de Rox con los amigos. Comentamos nuestro libro del verano, El Cartero de Neruda de Skarmeta y la película, con un entrañable Massimo Troisi al que volví a ver anoche entre maletas. Ensaladas, pizzas en horno de leña, todo un lujo, helados y fruta. Estas reuniones de nuestro Club de Cultura son cada vez mas divertidas. De vuelta a casa me siento a disfrutar de mi pequeño refugio de naturaleza.
Me pregunto que estará haciendo M en Glasgow , llevo un día en Cascais y ya la hecho de menos. La perfección calma de las flores me recuerda la pregunta que el cartero le hace a Neruda en este gran libro. ¿Entonces todo lo que hay en el mundo puede ser una metáfora? Me gustaría poder contestarle y saber describir tanta belleza con palabras. Lo que si puedo hacer es capturar estas metáforas con la cámara y compartirlas con todos vosotros.
Fotos: C. Huerta
La metáfora de la belleza transmiten éstas flores y tu escrito, volver a casa siempre es plácido.
Un Abrazo 🙂 .
By: joaquinsarabia on 13/09/2013
at 10:45
Un libro magnífico, unas flores, tus flores, unos amigos, una buena comida, una charla interesante, todo el sentido de la vida a pesar de las ausencias. Un texto muy bonito, Concha.
Un abrazo
By: annefatosme on 13/09/2013
at 11:10