– ¿Te acuerdas del banco de hueso que vimos en la exposición del Museo Nacional de Arte Antiguo? Lo hicieron con restos del elefante que don João III regalo a su sobrino Maximiliano de Austria en 1551. Imagina la cara de los que vieran pasear sus cuatro toneladas por Lisboa.
– Me pareció macabro y de mal gusto. Y todos aquellos garabatos poco civilizados.
– Ten en cuenta que ese elefante, que tuvo dos nombres Salomón y Solimán, generó leyendas. Hasta Saramago publicó el año pasado un libro sobre El viaje del elefante de Lisboa a Viena.
– ¿No estuvo ingresado con pulmonía?
– Enfermo o no terminó el relato que le rondaba la cabeza desde que descubrió a Salomón en el restaurante “El elefante” de Salzburgo.
– No me parece que el viaje de un paquidermo sea tema de novela.
– El tema es una anécdota. Lo interesante es cómo reconstruye el mundo cortesano de la época, reyes, soldados, clérigos, y al cornaca.
– ¿Al cornaca?
– Al cuidador de la bestia, el hindú que acompañó al elefante desde India. Tienes que leerlo, es uno de los libros más divertidos que he abierto en años.
– Pues el “Ensayo de la ceguera” era todo menos divertido.
– El viaje del elefante esta construido en tono de humor e ironía. Saramago despliega una imaginación desbordante y luminosa, increíble si piensas que lo escribió con 86 años y enfermo. Fíjate en cómo describe al rey en el primer capítulo.
Pues mire que hay quien va diciendo por ahí que los hados que presidieron mi nacimiento no me dotaron para el ejercicio de las letras, No todo son letras en el mundo, mi señor, visitar al elefante Salomón en este día es, como quizá se acabe diciendo en el futuro, un acto poético, Qué es un acto poético, preguntó el rey.
– Me marea esa manía de no puntuar ni separar párrafos.
– No es una manía. Es un modo de aprovechar la sonoridad gramática. No olvides que Saramago es un cervantino convencido, un defensor de la imaginación, la invención y el gusto por el idioma como base de la literatura. Todo un Nobel.
Después de un vendaval de colores , en que el amarillo del sodio, el rojo del calcio, el verde del cobre, el azul del potasio, el blanco del magnesio, el dorado del hierro obraron prodigios, en que las estrellas, los surtidores, las vagarosas luces, y las cascadas de luminarias salieron del interior del elefante como de una inagotable cornucopia, la fiesta termino en una gran hoguera que no pocos trentinos aprovecharon para calentarse las manos mientras solimán, abrigado bajo un alpendre construido aposta, iba dando cuenta del segundo fardo del forraje.
– Y ¿qué hacía el elefante en Trento?
– Prepararse para cruzar los Alpes con la corte de Maximiliano.
– Bonito viaje para un animal acostumbrado a los climas tropicales.
– Un esfuerzo titánico. El pobre Solimán murió al año de llegar a Viena.
– Buena metáfora de esta vida tan absurda. Bravo Saramago.
El Viaje del elefante de José Saramago. Traducción de Pilar del Río. Alfaguara. 2.008
Muy original la forma de presentar el libro. Una conversación entre dos amig@s. No se me habría ocurrido. Tomo nota.
By: annefatosme on 27/11/2009
at 18:14
Queria dar una nota divertida y con cierta ironía que acompañara el relato.
By: Concha Huerta on 27/11/2009
at 18:20
Vou tentar le-lo este fim de semana e comentarei depois. Para já digo que gostei muito de alguns dos seus livros , não me interessaria conhecer o individuo. Há muito azedume no seu pensamento…
By: xico on 27/11/2009
at 20:59
me interesaria mas leer «the gospel according to jesus» de Saramago, lo leiste. vale la pena?
Rox
By: RAB on 29/11/2009
at 16:29
Primeiro «un saludo» a quem traduziu porque não deve ser nada facil, sem se perder a musicalidade e o ritmo que tem na lingua original
Estou de acordo. Saramago em grande. Apenas dois reparos a duas cenas que penso mal conseguidas. A cena do enfrentamento entre os dois comandantes parece me de solução facil e as duas passagens dos desfiladeiros pouco exploradas. Para aquilo não seria preciso mensioná los.
Na descrição do rei sublinho a frase que segue à tua sitação «Não se sabe, só damos por ele quando aconteceu»
Há outras frases deliciosas . Cito:
» uma neblina quase tão espessa como uma sopa feita só de batatas cozidas»
«Ter de pagar pelos proprios sonhos deve ser o pior dos desesperos»
» O arquiduque deu-se pressa em retirar-se, levando atras de si, a colorida cauda de pavão dos parasitas da corte»
«o tempo não está de rosas, a neve continua a cair e o vento não perdeu aquele fio que corta»
E haveria muito mais a relembrar. Este livro é uma demonstração de que a arte na precisa de peso, a leveza tambem pode ter conteudo que baste.
O cornaca um Sancho amarelo, de perna fina mas não menos filosofia matreira.
By: xico on 04/12/2009
at 20:48
Cuanto me alegro que te haya gustado. Yo disfrute mucho con el libro.
Un saludo
By: Concha Huerta on 04/12/2009
at 21:30
Bien lograda la nota, divertida y con su toque irónico como herramienta semántica.
Mis saludos
By: j l maldonado on 18/06/2010
at 17:38
Un recuerdo a la ironía del gran Saramago. El testamento en sus páginas.
By: Concha Huerta on 18/06/2010
at 17:59
El hombre de izquierdas, aquel que pensaba que el mundo tenía remedio se fue sin conseguirlo. En Canarias nos duele más aún porque era uno de los nuestros.
Como era un privilegiado de la escritura siempre nos quedará su obra
By: carmencoello on 18/06/2010
at 19:21
En Canarias y en la peninsula. Que merito escribir tan enfermo este relato ironico. Un maestro.
By: Concha Huerta on 18/06/2010
at 20:58
Como todo lo que he leído de tí, me ha encantado tu relato-comentario Concha. Excelente final donde tú sugieres que toda la novela de «El Viaje del Elefante» es una gran metáfora de las absurdas contradicciones de esta vida.
By: Luis Ramón Altagracia Ortiz on 20/06/2010
at 18:48
Cuanto me alegra este comentario y que te haya gustado el final de este texto que trata de reproducir la ironía que marco la vida del gran saramago. Un saludo.
By: Concha Huerta on 20/06/2010
at 19:17