Oscuridad velada de murmullo. Olor acre de una sala repleta. Ansiedad. El telón se desliza y descubre una escena vacía. Un hombre menudo y cano se enfrenta a un espejo de luz. Mímica apoyada en manos cargadas de expresividad. El hombre se desliza por las tablas en un susurro de elegancia con el vals-fantasía de Clinka. El cuerpo transformado por la danza. La fuerza de la vida de Misha.
Ansia de haberle visto bailar Giselle, Cascanueces o Coppelia. El tercer cuadro reproduce el milagro. Una imagen en blanco y negro del joven Misha enfrentando la gravedad en cada giro y salto. Fuerza, potencia, perfección. En el escenario, el artista acompaña aquellos pasos jugando con las siluetas de su sombra, metáfora de un espíritu que el paso del tiempo no ha conseguido arrebatar.
Baryshnikov no esta solo. Una joven Ana Laguna, con su larga trenza cana, interpreta dos coreografías de Mats Ek, su pareja, con el que desde hace dos décadas marca la vida de la danza. El solo para dos y el dueto final. Ana y Misha. La mejor interprete de Ek, el mejor bailarín contemporáneo vivo. La armonía de dos cuerpos en movimiento, la fuerza y la delicadeza, el ritmo y la pausa, la vida y la muerte del artista en el escenario.
En un instante la danza se congela y arranca un aplauso a cientos de palmas que abarrotan las gradas. Ana y Misha saludan con el cuerpo extenuado y la sonrisa en la mirada. Se encienden las luces. Los simples mortales abandonan la sala. Al salir el cielo nos sorprende con un estallido púrpura que acompañará para siempre en mi retina el recuerdo de la danza.
Baryshnikov Arts Centre. Tres solos y un dúo. Matadero. Naves del español.
No sabía si estaba leyendo la maravillosa descripción de un cuadro, una fantasía onírica o, como es en realidad, la crónica de una sesíón de danza. Me ha encantado Concha. Me pregunto que tendría que decir ahora nuestro querido Jose Luis, profesor de narrativa, sobre tus textos, que destilan poesía y sensibilidad (y buen hacer literario sin duda). Me siguirás teniendo entre tus lectores/as. Un beso
By: Carmen on 08/07/2009
at 19:53
Palabras cargadas de cariño y de la experiencia de una compañera de armas. Un Beso también a tí
By: Concha Huerta on 08/07/2009
at 22:13
Valdria la pena inventar una maquina para viajar en el tiempo con el solo proposito de ver al joven «Mischa» desafiar a la fuerza mas potente del universo. Sin embargo, aunque el cuerpo haya madurado, su espiritu aun brilla con fuerza e ilumina la sala mas osura. Fue una tarde de ballet fantastica, con atardecer resplandeciente y perdida de camino incluidos! ;P
By: Marta on 08/07/2009
at 20:15