Ayer te echamos de menos. Fuimos a la nueva exposición que el Thyssen dedica a Edward Hopper. Marita se quedó fascinada con las luces y sombras de sus telas. No le conocía. Con sus paisajes naturales y urbanos, con los encuadres tan personales que retratan la esencia del s. XX en América.
Luces y sombras de la ciudad dormida, estaciones, faros, mansiones solariegas, apartamentos solitarios en los suburbios. Brisa nocturna, una mujer desnuda en una habitación de ciudad. Ajeno a las modas, Hopper se mantuvo fiel durante sesenta años a sus propias ideas. Capturar la luz de América tan diferente de la que descubriera en París en sus años de estudiante. La única influencia real que he tenido he sido yo mismo.
Nos encantaron los verdes y azules de las marinas, de las praderas y colinas desiertas, las luces y sombras en las fachadas de las casas solariegas. Las velan hinchadas al viento que transitan solitarias entre la marea y el cielo. Y esos faros brillantes que salpican la costa de Nueva Inglaterra. La costa que capturó la infancia y madurez del artista.
Los ocres y carmines de sus paisajes urbanos. Hombres y mujeres aislados en la monotonía de la ciudad moderna. Cuanta soledad destilan esas parejas que observan la vida frente a una ventana, las figuras silenciosas que transitan aceras al alba, las que comparten el último trago frente a una barra cromada. Historias atrapadas en pinceladas.
Y la intimidad de sus mujeres. Tan naturales y auténticas que descubren la sensualidad oculta en el puritanismo de la época. Impresiona al natural la Habitación de Hotel, verdadera joya del Thyssen. Más grande de lo que yo la imaginaba. No me extraña que Edward Hopper sea uno de tus artistas favoritos.
Edward Hopper. House by the railroad. 1925
Edward Hopper. White River at Royalton. 1937
Edward Hopper. Lighthouse hill. 1927
Edward Hopper. Second-story Sunlight. 1960.
Edward Hopper. Hotel room. 1931
Edward Hopper. Nighthawks. 1942
Hopper. Museo Thyssen. Palacio de Villahermosa, Paseo del Prado 8. Madrid, 28014 España. Tel: 902 760 511. Del 12 de junio al 16 de septiembre 2012.
No sé si sera mi imaginación, pero me da la impresión que éste pintor deja entrever una desazón y una tristeza en el fondo de sus cuadros, que son muy bellos por cierto.
Muchas gracias por el reportaje y los cuadros.
Un Saludo Concha. 🙂 .
By: joaquinsarabia on 19/06/2012
at 11:30
Tienes toda la razón. Hopper se considera el pintor de la soledad del hombre moderno. Un saludo
By: Concha Huerta on 22/06/2012
at 17:32
Concha, nos une una pasión común por Hopper. Me gusta la selección de cuadros que has hecho y tus reflexiones sobre su obra, voz de la soledad y la incomunicación.
Un abrazo
By: annefatosme on 19/06/2012
at 12:39
Ya se de tu pasión por Hopper. Ahora podemos compartirla con quienes visiten Madrid este verano. Un saludo
By: Concha Huerta on 22/06/2012
at 17:33
Conchita nos haces aprender y saborear más. Me place perderme en los colores y en toda la obra… gracias por compartir un beso y un abrazo Rub
By: rubengarcia on 19/06/2012
at 19:40
Ruben. Un placer acercarte a las exposiciones del verano madrileño. Un saludo
By: Concha Huerta on 22/06/2012
at 17:33
Concha
sabes bem com gosto de Hooper embora a sua forma de encarar a vida seja muito diferente da minha. Sou menos resignado (realista?) .
Há um desconsolo em toda a sua pintura. Os seus retratos de mulheres mostram isso muito bem. O desencanto, o abandono,a frustração é uma imagem constante. Sente-se que estas mulheres estão sempre disponíveis,receptivas e nunca recebem o eco da promessa. O quadro da mulher meia despida (é importante) sentada na borda da cama vazia, num quarto vazio é bem o rettato do que digo.
Um abraço
By: xico on 20/06/2012
at 15:55
Desconsuelo, es la palabra que mejor define a Hopper. Respecto a la obra que mencionas, claro que también esta en la exposición e incluso una recreación de la misma. un saludo
By: Concha Huerta on 22/06/2012
at 17:34
Me encanta cómo inicias, siempre que no estoy espero que me echen de menos… pero tus palabras me han hecho estar ahí, viendo a Hopper …que desde ya me gusta más. Un abrazo.
By: Ana Maria Cadavid on 21/06/2012
at 0:07
Ahora cuando visito exposiciones lo hago con ojos de amigo. Es como si me acompañarais en cada paso. Un saludo
By: Concha Huerta on 22/06/2012
at 17:35
Al natural, sólo he visto la del Thyssen, la de la colección permanente; también me impresionó. El resto las veré, me temo, por Internet. Gracias por el recorrido, Concha.
By: zambullida on 21/06/2012
at 17:28
La habitación de hotel es una de mis favoritas de Hopper y resume muy bien los elementos constantes en su pintura. Un saludo
By: Concha Huerta on 22/06/2012
at 17:36
Hooper me apasiona, es uno de mis pintores favoritos, creo que conozco casi todas sus obras y todas me fascinan.
Siempre, al contemplarlos, me da la impresión de estar viendo el resultado de una explosión nuclear. Todos los personajes permanecen estáticos, como si en ese momento se hubieran quedado paralizados en el tiempo y en el espacio. Hasta los paisajes parecen petrificados, aislados, estáticos.
Estupendo tu reportaje sobre este admirable pintor.
By: mercedesmolinero on 21/06/2012
at 23:19
Que buen enfoque el que planteas de la explosión nuclear. Me parece muy original y acertado. Un saludo
By: Concha Huerta on 22/06/2012
at 17:37
adoro hopper, y me gustó mucho tu forma de relatar, de hacer una descripción brillante de su obra, en medio de un relato.
abrazos*
By: rayuela on 23/06/2012
at 22:36
Gracias por tus palabras. Me alegra que te haya gustado. Un saludo
By: Concha Huerta on 24/06/2012
at 2:07
Se le define como un pintor de ejecución lenta y pausada, de ahí que su producción artística sea relativamente escasa. Retrató el aislamiento, la soledad y la melancolía del siglo XX norteamericano, construyendo su propia visión interior de la condición humana. Su pintura, bañada por un atmosférico juego de luces y sombras, se caracteriza por la descripción de interiores que representan lugares públicos y cotidianos como bares, moteles, gasolineras… todos ellos prácticamente vacíos para subrayar la soledad del personaje representado. Le preocupaba la intromisión de la luz artificial en la natural y, con frecuencia, incluía múltiples focos luminosos en una misma escena. Aprendió a colocar al espectador en una posición de voyeur, una especie de mirón, haciéndole cómplice e invitándole a observar la intimidad ajena.
By: silver price on 13/07/2012
at 20:30