Leo la prensa entumecida por otra noche de insomnio. Las musas me visitaron de madrugada y me atraparon en sus letras. Rellene página tras página con palabras que fluían de la certeza de quien comparte un misterio. Historias hilvanadas entre fantasías y recuerdos hasta que los primeros rayos las desterraron a su reino. La visita me dejó extenuada. Ya tendré otras noches para recuperar mi cuerpo extenuado.
Y el caso es que me fui a la cama cansada tras una jornada intensa y una semana plagada de citas. Una semana sin tiempo para meditar sobre los problemas que se entrelazan últimamente a cada uno de mis días. Alguna inquietud debía carcomerme el alma cuando a las cinco y cuarto las musas me arrastraron a sus danzas, liberando temores y deseos en un frenesí de pareados y cuartetos.
Termino el desayuno con las sienes doloridas. Tras la ventana el sol baña terrazos y ramas. El cielo se tiñe de nubes, la ciudad me saluda con sus bocinas. Al arreglar la cama recojo un manojo de hojas emborronadas con letra hermética y las guardo en una carpeta junto con otras hermanas, frutos de otros desvelos, a la espera de que las musas terminen el relato de mi vida.
Danza de Apolo con las musas. Giulo Romano. 1514
Bellas letras…
¿Quién era la musa de Borges?
– Él decía que su musa llegaba a través de los sueños, a veces de las pesadillas. Los dejaba reposar y luego analizaba si el material de los mismos servía o no para un poema o una prosa.
Te sigo, aunque a veces no tan seguido…
Un saludo¡
By: 1cruzdelsur on 13/12/2011
at 14:41
Gracias por compartir estas musas de Borges que al parecer también juegan conmigo. Si al menos pudiera rescatar su esencia… Un saludo
By: Concha Huerta on 14/12/2011
at 12:28
Es una bonita noticia el saber que estás escribiendo el relato de tu vida, pero ten a las musas a raya, ya ves que te dejan extenuada.
Un fuerte abrazo
By: mercedesmolinero on 13/12/2011
at 20:04
Le pedi a los Reyes que pueda terminar una novela que llevo tiempo escribiendo, demasiado. Las musas de vez en cuando salen a mi encuentro y me ayudan pero solo cuando quieren. un saludo
By: Concha Huerta on 14/12/2011
at 12:29
En realidad, el relato de tu vida lo terminarás tú, no las musas, pero sé a lo que te refieres. Tampoco yo he descansado bien; este frío me mata. Bonito texto.
By: zambullida on 14/12/2011
at 14:57
Podrías poner un horario de visitas, pero supongo que no serviría de nada. Y es mejor que te visiten, aunque sea a esas horas, a que se abstengan de hacerlo.
En espera del «relato de tu vida», te deseo una feliz Navidad.
Saludos.
By: Alan Rulf on 14/12/2011
at 15:33
A esas musas hay que recibirlas cuando entran sin llamar, eso significa que están inspiradas y que te envolverán entre palabras que salen solas…aunque termines agotada, si esa inspiración dió resultado, la visita de esas musas mereció la pena…
Feliz tarde Concha…te dejo besitos dorados
By: ♥ ♣ ֱֲֵֶֻєρσ¢ค ∂σяค∂ค ֱֲֵֶֻ♣ ♥ on 14/12/2011
at 19:32
Ay las musas. Que haríamos sin ellas. Un besito guapa
By: Concha Huerta on 15/12/2011
at 19:09
lo importante es que se aparezcan las musas, en este caso al llamado de un recuento de un camino recorrido por esta vida. Suerte. saludos
By: minicarver on 16/12/2011
at 1:43
Cuando las necesitas nunca aparecen. En fin, esta es la triste historia del escritor, que os voy a contar. Saludos
By: Concha Huerta on 16/12/2011
at 11:04