Otra despedida. Una sonrisa tímida, un rostro iluminado de piel canela. Manos de niña aferrando un bolso blanco. Dentro un billete y una promesa de futuro. Atrás quedaron miradas oscuras y lágrimas. La fragilidad de un cuerpo que no puede esconder secretos. Vergüenza. Otra legión de muchachas castigadas por el deseo.
1941. Río de Janeiro. Clarice Lispector visita La ciudad de las niñas de la primera dama y la inclusa de la fundación Duarte, sus primeros reportajes para la Agencia Nacional. La joven periodista construye con palabras blancas imágenes de esperanza, un homenaje a los despojados de abrazos y nanas. La ciudad donde se enseñará a ser feliz a cinco mil almas.
Cuentos, artículos, piezas de teatro. Una niña fascinada por el autor escondido tras las páginas. Clarice guardará en el fondo de un cajón personajes y anécdotas que germinarán en novelas. Mujeres que ansían libertad en un mundo de hombres. Mujeres que encuentran a Dios en el cuarto vacío de una criada. Una visión intimista y sensible de una vida arrastrando maletas.
El exilio de la pobreza, el desarraigo por el marido diplomático. Siempre anhelando Brasil, la tierra y las gentes que ama. Como ama las letras y las fábulas. La autora de Cerca del corazón salvaje, envuelve en una prosa transparente sus historias de almas. “Me gusta de una manera cariñosa lo inacabado, lo mal hecho, aquello que torpemente intenta un pequeño vuelo y cae sin gracia al suelo”.
Donde se enseñará a ser feliz y otros escritos. Clarice Lispector. Traducción: Elena Losada. Ed. Siruela. 2.009. 214 págs.
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