Desayuno rápido, besos, palabras inquietas. Una puerta se abre y se cierra. Una corriente de aire arranca hojas y maletas. Ojos fatigados por un viento desalmado, prefacio de una despedida.
Salgo a la calle que recorrimos juntas. Paseo entre muros de cal y buganvillas, tus flores favoritas. Pasos cortos sobre piedras desbaratadas de la acera. Cruzo los soportales de la plaza y me sumerjo en otra mañana. Mujeres en delantal frente a una montaña de melocotones y manzanas rayadas. Aromas de infancia. Las horas contemplando piaras tras las vallas. Ojos de niña inundados de castillos de hierba y cáñamo.
Dos vendedoras del Mercado Saloio charlan frente a la báscula. Sus manos trazan historias de campo y de hijos ausentes. Macetas y flores abiertas en tallos largos. Nabos, berzas, hojas revestidas de puntillas verdes. El pelo recogido en una peineta, la falda de terciopelo, los pendientes de plata. Niñas-reinas por un día, los pregones y las fiestas del vino.
Puestos improvisados bajo toldos multicolores. Un hombre con boina de paño extrae de un saco blanco puñados de habas. Los guisos de la madre. Morcillas de arroz y huevos de yemas gemelas. Una bicicleta recorriendo caminos entre sierras.
En el interior, el mar se vuelca en mostradores de piedra. Mejillones azulados, gambas traslucidas, cajas rebosantes de agua salada y tintas. Y aquella mano de niña atrapando un puñado de sardinas plateadas. Almuerzo en el porche. Katie Melua y vino blanco. Planes, sueños, palabras hermanadas.
Recorro el camino de vuelta cargada de bolsas y añoranza. Al entrar en la casa un golpe silencio me abraza. Me siento en el porche y observo las bugamvillas inmóviles en el vacío de mi amiga ausente.
Foto: M. Blanchón
Mercado Saloio de Cascais. Ribeira das Vinhas. Todos los miércoles y sábados.
No me hace falta ir al mercado de Saloio. Gracias a tu texto lo conozco. Me gusta el ambiente de melancolía prendida en tu prosa.
Un abrazo
By: annefatosme on 23/08/2009
at 23:04
Te imagino rodeada de mecadillos añejos, de campesinos y pescadores. Me gusta la fuerza de tu prosa. Finalmente he conseguido añadir tu enlace para que la disfruten los que visitan mi página.
Un abrazo.
By: Concha Huerta on 24/08/2009
at 1:03