Noche de estrellas fugaces. Me asomo a la ventana y observo el cielo iluminado de Madrid. Los meteorólogos dicen que será fácil ver estos retazos de la cola del cometa Halley, si miramos en dirección a Orión. Yo solo diviso una mancha oscura entre fachadas y edificios, pero que no quede por intentarlo.
Pienso en los deseos que voy a pedir caso de ver pasar alguna Oriónida. Inmediatamente me vienen a la cabeza dos personas cercanas que necesitan mejorar sus circunstancias, una de salud extremadamente complicada y la otra de sobreponerse a una gran pérdida. Mis queridas Maria R y F.
También que los proyectos de M puedan cristalizarse, le está costando tanto, y que pase la crisis y nuestros hijos puedan vislumbrar un futuro más cierto sin tener que alejarse tanto. Los hijos y los que vivimos en este país tan agitado. Cada vez que leo las noticias me llevo un disgusto.
Y pedirle al cometa Halley que su cola milenaria desprenda sobre nuestros cielos un poco de sabiduría, generosidad, agradecimiento y principios morales, que tanta falta nos hacen. Más vale que pare. Con tanto pedir seguro que me pierdo todas estrellas fugaces. Os deseo que tengáis suerte esta noche y podáis disfrutar de ellas.
Obrigado Concha pela tua lembrança porque não é facil perder a quem mais amamos, Um beijo grande
By: Mena Ferro on 26/10/2014
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