Estas palabras son para mi cuñado Xico,
nos dejaste por la luna,
qué suerte tienen los ángeles de tenerte por vecino.
Noche de San Antonio. Una brisa caliente baña el jardín desierto. Refresco la hierba con la manguera verde y blanca. El tiempo justo para cambiarme acercarme al Hipódromo. Los Santos Populares se celebran en Cascáis con un concierto retro.
Antes de salir una llamada. Noticias entre susurros, voces entrecortadas. El tiempo se detiene en un instante eterno. Las lágrimas galopan desbocadas entre el corazón y la garganta. Cuelgo el teléfono. Al final decido quedarme en casa.
Paso la noche observando la luna tras la ventana. Murmullos de guitarras y baterías. Coches que se alejan. Luego el silencio. Un silencio denso y espeso que vacía mis entrañas. El jardín se recorta bajo la luna plateada. Las estrellas titilan destempladas.Tan cerca, tan lejos. En su rostro me parece descubrir alguna lágrima.
Desayuno, refresco la hierba y me ducho. Me aplico crema y un toque de máscara. Y unos polvos de tierra para resaltar las mejillas demasiado pálidas. Escojo un vestido de algodón con flores estampadas. Rosas y rojas, los colores que enciendan el alma. Quiero que me veas guapa en nuestra última cita.
En la marginal, camino de Lisboa. Las playas abarrotadas, el verano se adelantó tres semanas. Cuerpos al aire, juegos, chapoteos. La marea extrañamente baja, el horizonte empastado entre el aire y el agua. Es por el calor, comenta el taxista amable. Hoy no me sentí con fuerzas para conducir por la Baixa.
Una fachada amarilla. Rostros apurados frente al mostrador de la entrada. En la cafetería me fundo en un abrazo de hermanas. Apenas una mesa ocupada. Un café y un vaso de agua. Palabras atropelladas. Y yo incapaz de preguntar nada. Uno de esos momentos en que los sentimientos te dejan sin palabras.
La habitación ámplia, las paredes brillantes, un pedazo de Alfama recortada tras la ventana. Abrazos entre sábanas blancas. Noticias de los chicos, novedades de España. La mañana transcurre entre balbuceos y conversaciones truncadas. Llega una enfermera con un tazón de comida preparada. Imagino que con lo sibarita que eres no te gustará nada. Despedida. Otro abrazo y vuelta a las calles blancas.
Espero un taxi bajo un sol de justicia. Las aceras desiertas. Hoy Lisboa parece una ciudad fantasma. Ansío volver al porche de casa y recostarme bajo las buganvilias que tanto te gustaban. Y recordar cada verano que pasamos los cuatro juntos. Las charlas sobre libros y viajes, las paellas, los chapuzones en la piscina. Las canastas que siempre nos salvaban en la última partida. Tu buena disposición y tu fina ironía. El orgullo con que nos hablabas de la familia. Tu apoyo incondicional en cada proyecto de nuestra vida.
Esta noche la luna brillará una vez más, alta y hermosa, contagiada de tu esencia, mientras en nuestro corazón una estrella se apaga.
Lo siento… precioso y preciso texto entrecortado. Como una respiración después de un susto trágico.
Un abrazo
By: pgatina on 03/07/2014
at 22:17
Justo lo que sentia despues de esta noticia tan triste y esperada por otra parte. Gracias por tus palabras
By: Concha Huerta on 04/07/2014
at 20:54
Qué triste nos resulta que se apaguen las estrellas que adornan nuestras vidas…..apenas si podemos soportarlo………..
Un Abrazo Concha 😦 .
By: joaquinsarabia on 04/07/2014
at 10:57
Y eso que a estas alturas deberiamos de estar acostumbrados. Gracias por tus palabras y un abrazo
By: Concha Huerta on 04/07/2014
at 20:55
Un abrazo, querida Concha.
By: zambullida on 04/07/2014
at 21:03
Muchas gracias zambu…
By: Concha Huerta on 04/07/2014
at 21:38
Soy un profesor universitario de edad ajada. Una estudiante me ha enviado por Facebook los comentarios sobre las pinturas victorianas del Thyssen. Me he adentrado en tu (su) blog y leido las pequeñas narraciones que expulsas. No todo me ha gustado, hay en algunos textos una retorica inutil, pero advierto una escritora. Hay una frase del relato sobre la visita a Lisboa francamente logrado: «Llega una enfermera con un tazón de comida preparada» Es una expresión dentro del contexto que te remite al todo. Frases parecidas aparecen en la literatura victoriana, p.e. en Thomas Hardy en The Mayor of Casterbridge. No soy de Literatura, mi especialidad es la Historia Social pero aficionado a la narrativa (a la postre un historiador no es más que un novelista frustrado) tal vez porque también nací en una madrugada de julio. Saludos. Javier Paniagua
By: Javier Paniagua Fuentes on 10/07/2014
at 19:22
Hola Javier, lo primero agradecerte la visita y el comentario que me dejas en esta entrada. Todas las opiniones sobre lo que escribo me parecen muy interesantes, y poder contar con lectores con distintos puntos de vista me parece muy enriquecedor. Especialmente de personas tan cultas.
Un cordial saludo
By: Concha Huerta on 11/07/2014
at 22:27