Noche de San Juan. Noche fresca. Las nubes encendidas de hogueras eléctricas. Las acacias saludan a la brisa cargada de lluvia de la sierra. Una sirena se aleja. Murmullos ribeteados de tacones sobre el suelo de madera, la vecina de arriba vuelve de una fiesta.
Una puerta se cierra. Un hombre abandona su carroza junto a la acera desierta. Titubea. Pasos cansinos, fatiga de alcohol tras una jornada eterna. Hoy el sol trasnocha con los que quisieron celebrar el día más largo del año.
Noche tranquila. En la ciudad nadie recuerda hogueras ni las danzas primigenias. La fiesta de los adoradores del sol, el sudor y el fuego de otros tiempos. Una fiesta santificada por la Iglesia con el nacimiento del Bautista.
Noche de San Juan. Solsticio de verano. Las farolas envuelven de llamas pálidas la ciudad desierta. Hogueras modernas de brillos incandescentes de bajo consumo. Paraíso de las eléctricas. El cielo de Madrid envuelto en un resplandor ámbar que cubre las estrellas.
Bonita imagen de un San Juan diferente. Un beso.
By: Susana on 24/06/2014
at 11:09
Me alegra que te guste. Un saludo
By: Concha Huerta on 25/06/2014
at 14:55
Hermosas palabras, que me han hecho llegar hasta El San Juan de Madrid, y alejarme del frío y de la lluvia del Sur.
Hasta pronto.
By: Stella on 24/06/2014
at 14:55
Si aquí comienza el verano. Un saludo desde la otra parte del mundo
By: Concha Huerta on 25/06/2014
at 14:55
Y sin embargo el fuego siempre seguirá siendo un buen compañero……………
Un Abrazo Concha 🙂 .
By: joaquinsarabia on 24/06/2014
at 15:46
Desde las cavernas. Un saludo
By: Concha Huerta on 25/06/2014
at 14:54
La gente olvida también la conmemoración del nacimiento de S. Juan. Me gusta tu modo de recrear esa noche, Concha.
By: zambullida on 25/06/2014
at 14:00
Gracias Zambu, qué alegría encontrar tu mensaje. Un abrazo
By: Concha Huerta on 25/06/2014
at 14:54