Amanece diluviando. Cierro ventanas, luces y puertas. Nuno me espera en su taxi con un paraguas y una sonrisa. Camino de vuelta al aeropuerto. Las colinas de Sintra se pierden bajo un espeso manto blanco. La humedad se entrelaza a mis huesos. Menos mal que hay poco tráfico.
Aeropuerto, mostradores, megafonía. Una botella de agua y un bocadillo de queso. Fluorescentes. Rostros desconocidos. Prisas. Sillas de plástico. El avión que por fin se acerca. Viajeros malhumorados salen cargando maletines con ruedas. Nosotros en la sala esperamos nuestro turno.
Me siento en una butaca estrecha y dura. El bolso entre las piernas, las rodillas rozando la mesita. A mi lado se acomoda un hombre entrado en años. Su aroma me golpea con sarcasmo. Fuera, una luminiscencia ceniza de lluvia. Saludos, motores, despegue. Lisboa se encoge tras la ventanilla en un suspiro.
Cierro los ojos e intento abandonarme al sueño. Como envidio a los que consiguen dormir en los vuelos. Me arrebujo junto a la ventanilla. Las nubes se van deshaciendo sobre la meseta. Montañas sin relieve se cubren de verde oscuro, riberas azuladas serpentean a cámara lenta. Tantos viajes y todavía me sorprende pasear entre nubes.
Podemos subir a saludar a las nubes y más tarde ellas nos devuelven la visita amablemente.
También podemos quedar en un lugar intermedio, nosotros subimos a la montaña y ellas amablemente bajan.
Un Fuerte Abrazo 🙂 .
By: joaquinsarabia on 19/10/2012
at 12:05
Que hermosa parábola la de quedar en un lugar intermedio. un saludo
By: Concha Huerta on 20/10/2012
at 18:01
La nubes de algodón nunca pierden su encanto. Tampoco la admiración que se siente estar entre ellas., gracias por compartir tus experiencias… un abrazo y muchos besos Rub
By: rubengarcia on 19/10/2012
at 19:44
Es como si desde la ventanilla nos adentraramos en el reino de las aves. un saludo
By: Concha Huerta on 20/10/2012
at 18:01
Un espectáculo delicioso: contemplar las nubes y hundirse entre ellas, para después salir y contemplar el cielo azul.
Un abrazo
By: mercedesmolinero on 19/10/2012
at 23:49
Nubes y cielo. Ese punto de vista que compartimos con los ángeles. Un saludo
By: Concha Huerta on 20/10/2012
at 18:02
Volar es maravilloso, Concha. Me pasa como a ti: soy incapaz de echarme siquiera una cabezadilla en un avión, aunque esté agotada. En fin… Por tus posts, deduzco que apenas pasas unos días en Madrid al año.
Buen fin de semana, aunque sea lluvioso.
By: zambullida on 20/10/2012
at 17:45
Las circunstancias de la vida a veces te vuelven nómada. A mi ahota me ha tocado pasearme entre aeropuestos, más de lo que yo quisiera. Un saludo. Un saludo
By: Concha Huerta on 20/10/2012
at 18:04
No paseas sola, muchos entre ellos yo viajamos contigo.
Resérvame si puedes una nube blanca, para soñar. !
Hasta pronto.
By: stellamantrana on 21/10/2012
at 3:04
Te guardo la que tiene forma de oveja. Un saludo
By: Concha Huerta on 22/10/2012
at 14:55
La descripción perfecta propia de un viaje por las alturas…viajar entre nubes para mí es una experiencia maravillosa, y aunque no viajo mucho….siemprre espero con entusiasmo la oportunidad de volver a volar…
Un abrazo Concha…muak!
By: ♣ єρσ¢ค ∂σяค∂ค ♣ on 22/10/2012
at 15:13
Se nota que eres una gran viajera. En pocas palabras has reflejado la nostalgia de la partida, el desasosiego de la espera y por fin, la magia de volar… a pesar de todas sus incomodidades.
Un abrazo
By: annefatosme on 22/10/2012
at 16:47