Madrid, domingo. Paseo del Prado. Nubes y brisa fresca. En Neptuno luces de colores y uniformes azul marino. ¿Una manifestación?. Ascendemos las escaleras del CaixaForum junto a una familia con dos pequeños. En la planta segunda nos esperan Animales y Faraones de Egipto. Una exposición organizada en colaboración con el Museo del Louvre que expone una selección de piezas de sus fondos excepcionales del Antiguo Egipto.
«Los templos de los egipcios están magníficamente construidos, sus patios están rodeados de columnas, las naos brillan con el destello del oro, la plata y el electro, y de las piedras preciosas procedentes de la India y Etiopia; los santuarios tapados con cortinajes bordados de oro, quedan en la penumbra. Pero si avanzáis hacia el fondo del recinto y buscáis la estatua a la que está consagrado el templo… ¿Que veréis, entonces? ¡Un gato, un cocodrilo, una serpiente autóctona o cualquier otro animal de este tipo! El Dios de los Egipcios parece… una fiera salvaje que se revuelca en un lecho de púrpura!» (Clemente de Alejandría c 150-215)
Animales y faraones. Un culto que arraigó en un pueblo que veneraba al mundo animal casi tanto como la modernidad los ignora o desprecia. Qué gran sabiduría de unas almas adelantadas a su tiempo. Una maravilla observar de cerca ese peine coronado por un íbice o la delicada una estatuilla de una rana. Esculturas y estelas, vasos y jarras, acuarelas y pinturas murales, cofres y amuletos, decoradas con halcones, aves o serpientes. Y gatos domésticos y salvajes. Las divinidades del Antiguo Egipto.
Siempre he pensado que el arte egipcio pecaba de hierático en sus figuras humanas, majestuosas pero sin alma. Sin embargo las representaciones de los animales-dioses llaman la atención por su realismo, qué grandes artistas, y por una mezcla de amor y respeto a los que desde el principio compartieron con nosotros la Tierra. Una fascinación que les llevó a acompañarlos incluso a sus viajes al otro mundo.
Siempre he soñado con visitar Abu Simbel y el Nilo de los faraones. Ahora, gracias a esta magnífica exposición, puedo disfrutar de sus tesoros sin salir de Madrid. Una maravilla.
Pájaros revoloteando sobre las ciénagas.
Peine: íbice con una rodilla en el suelo
Estatuilla de rana.
Gato sagrado. Todas las piezas provienen del Museo del Louvre.
Animales y faraones. El reino animal en el Antiguo Egipto. CaixaForum Madrid. Hasta el 23 de agosto de 2015.
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