Ayer encontraron el cuerpo sin vida de Philip Seymour Hoffman en su apartamento del Village. Al parecer la heroína ganó la lucha a un actor formidable, que llenó de sensibilidad e ironía papeles memorables y secundarios imprescindibles de las últimas tres décadas.
Me sorprendió saber que tan solo tenía 46 años. Sus cabellos plateados engañaban. Demasiado joven para interrumpir una carrera brillante. Demasiado joven para dejar a sus familiares y amigos. La droga no respeta clases ni oficios. Cuántos artistas consiguió embaucar con promesas de libertad química. Demasiados.
La última película que vi con él fue El último concierto, pequeña joya de cine independiente, sobre la crisis de un cuarteto de cuerda cuando diagnostican al mayor de sus miembros el Parkinson. Philip Seymour Hoffman protagonizaba el debut del Yaron Ziberman como director, con la sutileza y los matices de su saber hacer en un original guión sobre la amistad, el compañerismo y la música.
Philip Seymour Hoffman nos deja. Pero deja un puñado de personajes antológicos en La guerra de Charlie Wilson (2.007), La duda (2.008), The Master (2012) y sobretodo la magnífica encarnación de Capote que le valió el Oscar en el año 2.005. Personajes que permanecerán en la memoria del mejor cine y teatro de las últimas décadas.
Philip Seymour Hoffman (23 de julio de 1.967- 2 de febrero de 2.014)
Reblogueó esto en Algorta.
By: manuelaresti on 03/02/2014
at 10:23
Era uno de mis actores favoritos. Ayer, cuando me enteré, me quedé de piedra.
También yo vi el pasado verano «El último concierto». Una maravilla.
By: zambullida on 03/02/2014
at 19:50
La droga no respeta a nadie y lo curioso es que hace estragos entre los genios del arte.
Descanse en paz.
Un Abrazo Concha 😦 .
By: joaquinsarabia on 04/02/2014
at 12:30