Concha Huerta – Arte y cultura

Llevo unos días dedicada a darle un toque navideño a la casa. Lo primero el belén, con sus velas y columnas blancas, después el árbol, con sus luces de colores, esferas de cristal rojas y blancas, coronado por una estrella de arpillera. Nueces, piñas y bolas brillantes esparcidas por cada rincón de la casa. Y que no falten las poinsettias. Qué alegre queda el salón salpicado de hojas encarnadas.

Mientras recojo cintas y cajas me da la impresión de que hace nada terminé de colocar las de las navidades pasadas. Hace nada era diciembre de 2012, tu primer año fuera de casa y yo vestía de navidad cada cuarto para sorprenderte cuando llegaras a casa.  Y pensar que ya llevas dos años fuera.  El tiempo cada año se acelera. Qué locura de vida. Estamos a las puertas del 2014 y casi no me he dado cuenta.

Un momento de descanso, una taza de té y una manzana. En la cocina mezclo harinas con aceite, miel  y dos huevos por si te apetece cuando llegues el bizcocho que tanto te gusta. Aprovecho para hacer la lista de planes para los días que pasaremos juntas. Un musical, una comedia, algún restaurante nuevo con amigos. Qué maravilla que en Navidad vuelvas a casa.

Árbol de Navidad

Guirnalda natural de Franzen et Lafitte.

Poinsettia. Fotos: C. Huerta