Te conocí la semana pasada de la mano de Elena Poniatowska, con la que compartiste tantas tardes en tu salón de la calle Chiguaga. Elena me contó de tus recuerdos de infancia en una mansión de campiña inglesa, de tu pasión por los caballos con cuya esencia contagiaste tu alma. Las preguntas a un padre que nunca comprendió tu belleza. La rebelión y tus continuas huidas.
Me describió tu primer encuentro con Max Ernst, el maestro que te abrió las puertas del surrealismo, liberando los sueños atrapados en un cuerpo de niña. De su pasión por tus veinte años, tus ojos negros, tus relatos y tus telas únicas. De aquella casita en la campiña francesa, vuestro refugio del mundo hasta que la guerra os arrancó de vuestro ensueño.
Ayer cené en una de las mesas que compartiste con Renato, el diplomático visionario que te salvó de un destino incierto. El Hotel Palacio mantiene el aura del Estoril que acogió a espías e intelectuales desplazados por la locura del nazismo. Me acompañaban una pareja de americanos, otra de ingleses y dos alemanes. Cuanto cambió el mundo.
Terminé ayer el relato de los años luminosos que compartiste con el pueblo mejicano. Tus días junto a Emerico, el fotógrafo poeta, padre, marido y amigo. El hogar donde te consagraste a tus tres pasiones, la creación, la cocina y tus hijos. Un hogar donde fuiste admirada y querida hasta que la luz abandonó tus mejillas.
Decirte que te incluí en mi Olimpo particular de almas libres. Te imagino paseando con la Dinesen por las sabanas de Kenia, estudiando con Hipatía los cielos de Alejandría, compartiendo arcillas con Camile Claudel en el París del novecientos. Siempre en movimiento, entre corrientes que ondean tus cabellos como crines pardas y susurran un nombre, Leonora, la novia del viento.
Leonora. Elena Poniatowska. Editorial Seix Barral. Méjico. 2011. Premio Biblioteca Breve. 510.pgs.
Leonora Carrington (Gran Bretaña, 6 de abril de 1917- Méjico, 26 de mayo de 2011).
El viernes, cuando leí la noticia, me acordé de ti. Tiempo atrás mencionaste que tenías el libro pendiente de leer; poco después, casualmente, leí una reseña del mismo y se me despertó la curiosidad. Tenía noticia de ella a través de una película sobre ella que vi siendo muy jovencita. Su obra, si te soy sincera, no me apasiona.
Me alegra saber que estás de nuevo junto al mar; disfrútalo, Concha.
By: zambullida on 30/05/2011
at 14:20
La novela esmuy interesante, esta muy bien narrada y la vida de la Carrington es de película. me gustó el libro pero estoy contigo que la obra de Leonora es dificil. Saludos
By: Concha Huerta on 31/05/2011
at 16:31
Bueno, tendré que intentarlo, al menos, ¿no?
¡Que no se diga!
By: Alan Rulf on 31/05/2011
at 20:24
Elena Poniatowsca es una de las mejores narradoras de Méjico, te la recomiendo.
By: Concha Huerta on 02/06/2011
at 9:53
No conozco el libro, pero como lo describes puede ser interesante. A mi particularmente me gusta el surrealismo.
Un abrazo.
By: flori on 01/06/2011
at 2:30
Entonces disfrutaras con la historias de Max Ernst y Leonora rodeados de los impulsadores del surrealismo. Un saludo
By: Concha Huerta on 02/06/2011
at 9:54
Isak Dinesen, Hipatias, Camille… Nombrás a tres mujeres que también habitarían mi Olimpo de almas libres, si lo tuviera. Enorme coincidencia. ¡Un abrazo!
By: Estela on 03/06/2011
at 22:40
Me alegra que compartamos la admiración por estas grandes mujeres. Un saludo
By: Concha Huerta on 03/06/2011
at 23:27