Salgo hacia el aeropuerto de Lisboa retrasada, me entretuve con las maletas. Cuento las señales con el corazón en un puño. Temo que el tráfico de la hora punta me haga perder el vuelo. Encontramos el peaje vacío, qué suerte, y seguimos hacia la 2ª circular sin ningún tráfico. Llegamos al Aeropuerto en 20 minutos. Un milagro. Y el control de seguridad vacío. Extrañada le pregunto a un policía.
E por el Mundial. Hoje jugaba Portugal com Alemanha. Perdimos 4-0. Uma desgraça.
A nosotros nos ganó Holanda 5 a 1. Continuamos discutiendo sobre cual marcador es peor, si 4-0 o 5-1. Qué tristeza. El piensa que es mejor haber metido un gol. Ni Ronaldo, último Balón de Oro, pudo contra Müller. Yo, que nos marquen 5 una desgracia. Claro que el último Mundial también perdimos el primer partido contra Suiza. La esperanza es lo último que se pierde.
Es increíble cómo el fútbol se apodera de los ciudadanos y lo hacen suyo. Las increíbles expectativas creadas, sobretodo en España, donde nos coronamos Campeones del Mundo hace cuatro años. Las apuestas, los sueños de gloria. Las discusiones acaloradas, las alegrías desbordantes, los desengaños. La vida concentrada en hora y media de partido.
Y todo por ver a once jugadores persiguiendo una pelota en un campo de hierba. Quien le iba a decir al puñado de británicos que perseguían una pelota en la Edad Media que en el s. XXI el football conseguiría paralizar el mundo. Mala suerte que tanto España como Portugal comenzaran con tan malos resultados. Lo que está claro es que el mejor día para viajar es un día de partido de Mundial.
Alemania arrasa a Portugal en su primer encuentro del Mundial de Fútbol.
La selección española tras la derrota ante Holanda en Brasil 2014. Foto: Kai Fösterling EFE
Una cura de humildad siempre viene bien ¿y si ahora superan a todos los rivales hasta el final?, como bien dices nunca se debe perder la esperanza ………. ni siquiera en fútbol………
Un Abrazo Concha 🙂 .
By: joaquinsarabia on 17/06/2014
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