Otro avión, otra vuelta a casa. Miro adormecida por la ventanilla de la salida de emergencias y me deslumbra el añil de un cielo impoluto. Abajo nubes como algodones de feria, de cuando en cuando un zigzag de nieves que parecen suspendidas en el infinito. Y en el centro la imagen afilada del perfil metálico del ala.
La cabina esta medio vacía, aprovecho para descansar los ojos vencidos por las fatigas de la gripe. En Madrid me esperan amigos, familia y un sinfín de exposiciones y ferias, febrero es el mes del arte en la capital de España. No te imaginas lo que me apetece emborracharme de arte después de diez días confinada entre almohadas.
El piloto avisa que iniciamos la aproximación a Barajas, el tiempo despejado, la temperatura 8º centígrados. Tendré que abrigarme si no quiero sufrir una recaída. Tras un par de giros para reducir altitud descubro las cuatro torres de la Plaza de Castilla entre centenares de azoteas blancas. Qué bonita se ve Madrid sin la habitual nube rosada. Limpia, brillante. La tormenta de la semana pasada la liberó de la contaminación y los humos. Qué ilusión volver a casa.
¿Por qué será que las vueltas a casa siempre tienen algo especial ?¿será quizás porque el grueso de nuestra existencia vive aquí?, seguramente.
Un Abrazo Concha y bienvenida 🙂 .
By: joaquinsarabia on 23/02/2014
at 18:22
Qué bonita la foto del alerón del avión en pleno vuelo, que habrá pasado con aquel anuncio de S. Dalí, en el que se veia a la mujer, sú hna. asomada a la ventana con fondo de timones de cola de aviones de IBERIA…lo tuve una temporada en mí página de FB y se borró misteriosamente, como bien sabes hacía publicidad Dalí, como todo terreno» que era, la Publicidad, otro ARTE… de las mejores marcas… entre ellas IBERIA, Lineas Aereas de España»…;ojalá hayas tenido un buen vuelo de vuelta a casa y todo te vaya muy bien, trabajas con excelencia, disfruta de la vida que se nos pasa volando o se nos pasó… buenos proyectos, buena salud… y como decía Séneca en sús Cartas a Lucilio: »
«» Por estas cosas que me escribes y por lo que sé, concibo sobre tí una bella esperanza; no viajas y no te vés inquietado por tús desplazamientos. Esa agitación es propia de un espiritú enfermo.Yo creo como la primera prueba de la tranquilidad del espiritú el poder concentrarse y vivir consigo mismo…. etc… no está en sitio alguno quien está en cualquier parte. A los que pasan sú vida en viajes les sucede esto: qué tienen muchos huespedes pero ningún amigo.»» el Cordobés Séneca. Qué bonito es Córdoba!! no hay tiempo para viajar todo lo que hay que ver, para leer.. harían falta siete vidas como los gatos. salud!!
9-III-O14. O8:3O am.
By: maría angeles garcía somoza on 09/03/2014
at 7:44