Concha Huerta – Arte y cultura

Llego a Londres en una tormenta de viento y lluvia. El piloto consiguió controlar los bandazos en el aterrizaje, uno de los más difíciles de estos últimos años. En la estación de Paddington me parece reconocer a Aidan Gillen, Lord Baelish  de Juego de Tronos. Dejo la maleta en el hotel y me encamino hacia  Picadilly Circus por Regent St. Pero el viento hace incomodo el paseo así vuelvo sobre mis pasos hacia el Artesian. Además de cocteles estupendos, ha sido elegida World’s Best Bar por tres años consecutivos, tienen unos sándwiches perfectos. Lo mejor para reponer fuerzas y recuperarse del susto del aterrizaje. A las once, llega M.

Por la mañana una cita en la City, el corazón financiero de Londres. Recorremos las fachadas brillantes de este centro neurálgico de Europa.  Por la calle nos cruzamos con jóvenes impecablemente uniformados y muchachas de falta. Tras nuestra cita en la parte alta, cruzamos la catedral de St Paul, la obra maestra de Christopher Wren, que emerge entre un bloque de oficinas modernas. Una joven novia lucha con el velo en la escalinata mientras un fotógrafo intenta inmortalizarla. Más que una boda, parece una película.

Después nos acercamos a Hispania, uno de los últimos restaurantes españoles de moda. Al entrar nos sorprende  que todas las mesas estén ocupadas por hombres, probablemente cerrando negocios millonarios. Nosotras ocupamos una mesa junto a la cristalera donde nos atiende una camarera madrileña. Degustamos unas raciones de jamón, croquetas y pimientos de padrón. Nos parece estar en casa. La calidad estupenda. Nos confiesas que los productos vienen de España. No nos extraña que este siempre lleno. Una buena dirección en Londres para recuperar los sabores de nuestra tierra.

 Catedral de St Paul. Londres.

Restaurante Hispania. Londres Fotos: C. Huerta.