Concha Huerta – Arte y cultura

Ayer vivimos otra jornada épica para el deporte español. En las arenas rojas de Roland Garros, Rafael Nadal jugaba la final con Novak Djokovic ante la mirada atenta de 15.000 testigos de tantas proezas entre estos dos gladiadores modernos.

Comenzó Djokovik arrebatando a Rafa el primer set del partido. Pero Nadal volvió a sacar fuerza de flaquezas y remontó el segundo set, imponiéndose en el tercero y en el cuarto con una determinación que ha elevado a este mallorquín de 28 años al número uno del tenis mundial.

Determinación, concentración, técnica y un corazón enorme que ha conquistado a todos los españoles y a los aficionados a este bello deporte. Qué bonito detalle desearle al servio, el numero 2 de la ATP, que conquiste el Roland Garros antes de levantar la copa al cielo.

Esta victoria de Rafa, la novena en Roland Garros, la quinta consecutiva en sus pistas, ha vuelto a hacer história. Ningún tenista ha conseguido nueve victorias en sobre estas tierras rojas e iguala a Sampas al conquistar 14 títulos del Gran Slam, solo superados por Roger Federrer.

Yo confieso que derramé algunas lágrimas cuando terminó el partido y Rafa estallaba en júbilo, el cuerpo consumido por las tres horas y media de batalla sin duelo, la sonrisa al morder la copa de los mosqueteros. Este chico me llena de orgullo. Y eleva el nombre de España cada vez más alto en el olimpo del deporte. Así que una vez más , Bravo Rafa.

Rafa Nadal celebra su 9ª victoria en Roland Garros. Foto: Agencia F.