Concha Huerta – Arte y cultura

Se despide marzo envolviendo Madrid en un manto de aguas. La mañana se alza perezosa entre estratos que esconden al sol de invierno. Despertar entre brumas. Abro la ventana. Una oleada de roció me despeja el alma. La mirada perdida entre ramas desnudas y el torrente en que se va convirtiendo la calzada.

É pau, é pedra, é o fim do camino, É um resto de toco, é um pouco sozinho, É um caco de vidro, é a vida, é o sol , É  a noite, é a morte, é um laco, é o anzol. Las voces cálidas de Elis Regina y Tom Jobim brotan de algun lugar desconocido. Aguas de Março. Cuántos recuerdos.

Sueños de adolescencia. Conquistar escenarios del mundo cantandoo bossa- novas. Mi voz transmutada en una corriente cálida de deseos. Sueño imposible que me acercó al portugués para entender sus secretos. Quién diría que años después encontraría en Lisboa una segunda patria.

Música, recuerdos, sonrisas. El poder evocador del agua que despide el verano en el emisferio sur y anuncia la primavera en el nuestro. En este último día de marzo os dejo una balada para alegrar vuestros sueños. Aguas de Março. La mejor canción brasileña de todos los tiempos.